Las previsiones ya lo anunciaban y con un 80% de ocupación hotelera, un largo listado de eventos sociales, culturales, musicales, cofrades y deportivos, la ciudad se ha llenado no sólo de turistas sino de ansiosos sevillanos deseosos de recuperar el ritmo normal de antes de la pandemia, a pesar de que el distrito no está aún en nivel 1 y se mantienen ciertas restricciones, en especial, en la hostelería, mientras un centenar de efectivos han tenido que desplegarse para “controlar” la noche, el botellón y los excesos en los locales, con más de 1.400 desalojados entre las noches del viernes y el sábado.
Con la Virgen de la Candelaria, de la Hermandad de la Santa Cena, como una de las últimas en recuperar el espíritu cofrade la tarde de este domingo, el centro de Sevilla se ha llenado por completo y la hostelería ha visto cómo sus terrazas se llenaban durante todo el fin de semana, a pesar de que las restricciones aún le imponen comensales máximos en las mesas y las mascarillas, que muchos han tenido que rescatar en las zonas de gran afluencia, siguen siendo obligatorias en el interior, al menos, antes de comenzar a consumir.
Conciertos, funciones de teatro, procesiones y una larga relación de citas deportivas se han unido este fin de semana a la oferta patrimonial de la ciudad, que retoma la tradición de ser destino preferente en las épocas de termómetros generosos, especialmente en esos puentes de octubre y noviembre en los que iba ganando enteros antes de la pandemia, porque el “veroño” que se ha instalado ya de forma permanente en el sur de España desde hace unos cuantos años atrae, y mucho, a quien quiere recorrer la ciudad, disfrutar de su patrimonio y, en especial, sentarse a tomar algo para disfrutarla.
Con más del 80% de la población sevillana ya vacunada, con tres millones de dosis puestas y bajando la presión hospitalaria por días, a pesar de que la ciudad se mantenga en nivel 1 hasta al menos este jueves, puesto que su tasa se mantiene ya por debajo de los 50 casos, el ritmo de la ciudad ha vuelto a la normalidad sin esperar a que oficialmente la instaure el comité de alerta epidemiológica.
Y tal es así que uno de los grandes retos desde hace prácticamente un mes es el dispositivo especial que todos los fines de semanas y festivos debe desplegar el Ayuntamiento, no sólo para atender los numerosos eventos que la ciudad ofrece al sevillano y al visitante, masivos como los conciertos del Icónica Fest, sino para evitar que el botellón tome la calle y para mantener esas restricciones que siguen vigentes.
El propio Ayuntamiento ha destacado el dispositivo de cien agentes que este fin de semana se ha desplegado por la ciudad que “ha permitido disolver concentraciones en distintos puntos y denunciar incumplimientos graves de negocios que han conllevado en algunos casos el cierre y desalojo de los locales”, a los que hay que unir los controles para evitar el consumo de alcohol y drogas al volante.
El balance provisional de estos primeros días de puente recoge que se ha actuado de forma especial para evitar botellones en la vía pública en zonas como el Paseo Juan Carlos I o la zona de Alfredo Kraus, interponiendo denuncias y disolviendo en los casos que ha sido necesario.
En el caso de los establecimientos, se han producido 28 inspecciones a negocios de hostelería especialmente en horario nocturno, saldándose con 13 denuncias por distintos incumplimientos.
Además, se produjeron cuatro desalojos de establecimientos, con casi 1.500 personas desalojadas (1.444 en concreto) entre el viernes y el sábado, además de tres cierres “por la gravedad de las infracciones especialmente vinculadas con la normativa sanitaria y por excesos de aforo”.
Entre ellos destacan el medio millar de desalojados de las tres terrazas de la Avenida de la Innovación el sábado o el exceso en un 38% del aforo en un bar de la Alameda, todos cerrados tras la actuación policial.
