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Alcalá la Real

El futuro tanatorio-crematorio junto al cementerio, con 3.500 m2, contará con cinco salas

La Junta de Gobierno Local ha concedido licencia de obras al proyecto, que nace de la colaboración público-privada

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  • Proyecto del futuro tanatorio-crematorio.

 

La Junta de Gobierno Local celebrada este martes ha concedido licencia de obras a Rafael Funes Vallejo para la construcción de un tanatorio-crematorio. La infraestructura se levantará en una parcela próxima al cementerio municipal “Nuestra Señora de las Mercedes”, concretamente en la parcela 164 del polígono 69 clasificado por el vigente PGOU como suelo urbanizable sin inclusión en UE.

El presupuesto de ejecución material es de 1.055.737,97€. Las obras se iniciarán en el plazo de un año, debiendo terminarse en tres, con posibilidad de solicitud de prórroga. Previa a la concesión de esta licencia, el Ayuntamiento ya acordó la cesión de uso privativo del suelo, bajo la figura del derecho de superficie, para equipamiento de servicios generales de dicha parcela.


Según detalla el alcalde, Marino Aguilera “se trata de una superficie de 3.500m2, ubicada junto al aparcamiento del cementerio y a la espalda del Chare. Como consecuencia de la cesión de uso privativo del suelo, promovida por el Ayuntamiento, se van a realizar las obras de mejora de infraestructuras y acondicionado de la subida al cementerio municipal, con las que se mejorarán los accesos y se incorporará el saneamiento del que actualmente carece el camposanto, actuaciones ya contempladas en el presupuesto municipal y cuya principal consecuencia será la ampliación del viario y la reordenación del aparcamiento”.

En cuanto a las características del edificio, este contará con cuatro grandes salas y una auxiliar más pequeña. Ésta última concebida para dar servicio a familias más reducidas o que busquen una opción más económica. La infraestructura albergará también otros espacios públicos como una capilla o una zona de administración-tienda, donde a su vez se expondrán flores y lápidas. Todo ello quedará complementado con los espacios privativos de servicio que albergarán la sala de prácticas mortuorias, otra de servicio para los distintos túmulos, almacenes, archivo, vestuario, zona de descanso del personal y garaje.

La idea del promotor es la de apostar por un modelo de “tanatorio post-covid” y dar más independencia a los usuarios. Así, las zonas de circulación quedan predominantemente al aire libre, mientras que las salas principales se dotan de espacios adicionales, como una área más privada para el descanso de los familiares, un baño con ducha y una habitación con office para poder comer o recibir un catering.

La iniciativa se complementa con las dependencias necesarias para dar a su vez un servicio de crematorio, incorporando la sala de incinerado, la sala de despedida y una sala de espera junto a un núcleo de aseos.

La circulación del visitante será independiente a la del féretro, por lo que familiares y público transitarán por el flanco este, creando una galería cubierta al exterior desde donde se presencian vistas de Alcalá, al tiempo que el flanco norte se abre para enmarcar la Fortaleza de la Mota. El flanco sur por su parte queda como fachada-escaparate para la recepción del visitante, punto en el que estará ubicada igualmente la tienda-administración. La fachada oestese destinará a la circulación del personal de servicio y del féretro.

En el nivel superior se distribuyen la capilla, en contacto directo con un gran patio ajardinado y una zona porticada que hace de preámbulo y zona de espera previa a la ceremonia. El acceso general al nivel inferior por parte del público se produce mediante una pequeña escalinata en la esquina inferior, complementada por una rampa destinada a personas con movilidad reducida ovehículos eventuales como bomberos, jardineros, etc.

El área destinada a crematorio se ubica en el fondo del edificio, entendiendo esta zona como el final de un proceso. Junto a ella quedará ubicado el “Bosque de las cenizas”, un espacio verde que podría usarse como lugar de esparcimiento, de paseo o meditación.

Estéticamente se ha apostado por una línea sencilla, con una geometría que huye de ornamentaciones excesivas, con predominio de tonos blancos y la textura de la madera de las lamas verticales que revestirán las fachadas norte y sur, transmitiendo sensación de solemnidad.

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