Si por la mañana los senadores y diputados socialistas se reunieron con Zapatero para cerrar filas en su apuesta por sacar a España de la crisis, a partir de las cuatro de la tarde se las tuvo que ver, ya dentro del hemiciclo, con Pío García Escudero.
Y el senador parecía tener ganas de cantarle las cuarenta al presidente después de las vacaciones de enero; no ahorró adjetivos al lanzarle reproche sobre reproche con el fin de responsabilizarle del mal rumbo de la economía nacional.
“Se acabó la fiesta, señor Zapatero”, le espetó en referencia a los seis años de juerga que el PSOE ha utilizado para “dilapidar”, dijo, la “mejor herencia” que nunca recibió un presidente español, esto es, la que recibió en 2004 del por ahora único jefe de Gobierno del PP, José María Aznar.
Tras esos seis “años perdidos”, según García Escudero, la situación es ahora de “caída libre”, con datos “terroríficos” de paro y un Ejecutivo que da bandazos, remarcó, “como pollo sin cabeza” y que tiene en el “desconcierto”, la “improvisación”, el “caos” y la “torpeza” sus mayores rasgos.
Ninguna de estas descalificaciones ha parecido sorprender a Rodríguez Zapatero, que se ha permitido recurrir a la ironía para agradecer al senador su “constructiva” intervención y luego se ha apresurado a desmentir una de las principales acusaciones del PP al presidente.
“No diga que improviso”, le pidió, porque según recordó Zapatero las medidas anticrisis ya habían sido anunciadas en diciembre, así que también dedujo que el portavoz del PP en el Senado “ni escucha ni lee”.
Tan “vacío de ideas” ha visto a García Escudero que le ha afeado que utilizara citas de dos socialistas, el comisario europeo Joaquín Almunia y el diputado Joaquín Leguina, para apuntalar sus críticas al Ejecutivo.
Finalmente, instó a los del PP a esforzarse más por los “intereses de España” y menos por los suyos.
A quien sí agradeció José Luis Rodríguez Zapatero que escuche es al portavoz de CiU, el senador Jordi Vilajoana, a él y a los dirigentes de su partido, que acaban de lanzar una oferta al Gobierno para lograr un gran “pacto de Estado” contra la crisis.
Vilajoana se lo volvió a recordar aprovechando la formulación de una pregunta inicialmente planteada para remarcar los errores de previsión económica del Ejecutivo. Y Zapatero le dijo que sí, que valora la oferta, y le mostró la “plena disposición” al diálogo del Gobierno para “culminar acuerdos” con los nacionalistas catalanes.