Y es que Baby siempre está ahí, y siempre es el primer candidato a ocupar el banquillo blanquinegro. De hecho, desde que Alfredo Gallardo es presidente, es la cuarta vez (con la presente) que el algecireño se va a hacer cargo del banquillo blanquinegro. Y es que si en la pasada campaña liguera el reto fue el de ascender al equipo, en la presente temporada, es la de mantenerlo en la categoría. En la 2003-04, cogió al equipo tras la destitución de Diego Rodriguez, y consiguió colar al equipo en la promoción de ascenso, pero cayó ante el Díter Zafra. En la siguiente temporada, volvió a hacerse cargo del equipo tras la marcha de Rafael Escobar, aunque esta vez no pudo aguantar la presión y acabó dimitiendo, y Raúl Procopio llegó para las últimas cinco campañas ligueras. Y ya fue en la 2007-08, más o menos a estas alturas de competición (justo antes del parón navideño) cuando el algecireño cogió de nuevo las riendas del equipo, para regresarlo a la Segunda División B. Precisamente, Baby fue el que también vivió el descenso a la Tercera en Mallorca.
El ya nuevo entrenador de la Balona señaló que “trabajar en la Balona me produce una gran satisfacción personal. Aquí he sido muy bien tratado”.
Añadió que “es una inmensa alegría contar con el apoyo de la mayoría de la afición de la Balona y también creo que tengo el respeto de los jugadores y de los profesionales y compañeros”, añadió.
En cuanto a su relación con el presidente de la Balona, Alfredo Gallardo, Baby dijo que siempre hará lo que crea necesario. “Alfredo cree que esta decisión es la mejor para el club”.
Respecto a su estrategia de trabajo, Baby tiene las ideas claras y seguirá contando con el mismo equipo de gente que tenía hasta el momento. “Mi única prioridad es contar con mi equipo de siempre, es decir, David Rico, que es mi mano derecha; Miguel Partal, el mejor en su profesión; y Chichi, el mejor entrenador de porteros”.