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Pintura religiosa del siglo XIX para cultivar el espíritu y el alma

Del autor Edouard Luis Cabene, la muestra lleva por título ?Vía Crucis-Siglo XIX?

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  • Inauguración de la exposición ?Vía Crucis-Siglo XIX?. -
En una retrospectiva a la pintura religiosa del siglo XIX, la sala Gaspar Becerra acoge una nueva exposición. Su autor, Edouard Louis Cabene, de Paris. Su título, ‘Via Crucis-Siglo XIX’.
Leocadio Marín, alcalde de Baeza, asistió a la inauguración de esta muestra junto al presidente del Club Unesco, Antonio Tornero, quien es, precisamente, el dueño de esta colección de obras de carácter religioso que se podrán disfrutar hasta el 25 de abril.

espansionar el espíritu
Obra de arte con letras mayúsculas, esta muestra es digna de admirar con detenimiento, tal y como destacaba Antonio Tornero. Y es que, a la vertiente artística, se suma ese lado espiritual que recoge la obra. “Aquí cualquiera puede expansionar el espíritu de una u otra manera”, afirmaba. Aunque nació en Paris, la evolución del impresionismo hizo que Edouard Louis Cabene desarrollara su obra en Norte América con el fin de abrirse a otros mercados. Así nace este tipo de obra en la que se incluyen pinturas sobre el Via Crucis en Catedrales como las de San Francisco o Montreal, entre otras.
Dotándole de un cariz especial, las pinturas de Cabene son acompañadas de extractos de textos de San Juan de Ávila, coincidiendo con el ciclo de actos en honor al santo que organiza la ciudad.
Para el alcalde baezano esta muestra viene a enriquecer “por voluntad de Antonio Tornero” el aspecto cultural de la ciudad así como la propia Semana Santa, ya que durante la misma se podrá disfrutar de la obra. En un gesto de altruísmo, Tornero ofrece su colección a la ciudadanía con la voluntad de acercar la cultura a todos. Además, según destacó Marín, la idea es ubicar esta exposición en el Museo baezano de forma permanente. “Esa es una decisión que tomará Antonio con la absoluta libertad del mundo porque es una obra suya”, añadía Leocadio Marín quien agradeció el gesto de Tornero. Y es que, a su juicio, “si todos los baezanos tuvieran la inquietud cultural de Antonio seríamos la República de los artistas y seríamos una ciudad conocida en todo el mundo”. “Tener personas de la categoría humana y artística de Antonio es una suerte para mí como alcalde”, concluía.

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