“La posibilidad de integrar los restos arqueológicos en la planta sótano se hace inviable, ya que prácticamente todos los restos identificados se encuentran por debajo del nivel freático. Esto obligaría a estar bombeando agua continuamente, lo que a medio plazo afectaría a las condiciones del suelo en la parcela propia y en las parcelas del entorno, propiciando posibles patologías en las cimentaciones”.
Esta es la razón que da la Dirección Facultativa de las obras del edificio de Hacienda para no integrar ‘in situ’ los relevantes restos arqueológicos hallados en el subsuelo del inmueble, un argumento que la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico da por bueno en una sesión celebrada el pasado 29 de diciembre, dando vía libre a que se retomen las obras de la futura sede de la Junta de Andalucía en Huelva.
Contra esta resolución cabe interponer un recurso de alzada en el plazo de un mes ante la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, pero la idea de la Administración andaluza es retomar las obras cuanto antes porque además, según la Dirección Facultativa, “ante la situación de riesgo actual de la obra con respecto a la seguridad de la misma y de los trabajadores, producidas por los trámites que ha requerido el desarrollo de la actividad arqueológica y que han impedido realizar los trabajo de obra programados”, lo preferible es continuar cuanto antes con la ejecución de las obras “de manera que se simultanee la tramitación administrativa con la terminación de la cimentación y estructura del edificio”.
No obstante, desde la Comisión de Patrimonio aclaran que su visto bueno a la reactivación de las obras “no exime de la obligación de obtener el resto de licencias y autorizaciones que resulten legalmente necesarias”.
Volviendo a la integración de los restos arqueológicos, la Dirección Facultativa de las obras, en la adenda presentada a la Comisión de Patrimonio y a la que ha tenido acceso Viva Huelva, hace hincapié en la necesidad de ejecutar un edificio estanco. “Ante la presencia de nivel freático (-3,40 m) y su posible variación en el tiempo, la cimentación del edificio debe ejecutarse de forma que se impermeabilice y se haga estanca toda la planta del sótano”, de ahí que resulte “inviable” la integración de los restos.
Como medida compensatoria, se ha propuesto y así lo ha validado la Comisión de Patrimonio, la elaboración de contenido digital de difusión de valor científico y patrimonial del registro arqueológico documentado en la parcela dentro de su correspondiente contexto histórico y arqueológico, “que pueda ser consultado a través de un código QR o herramienta análoga, instalada en lugar visible y accesible para el público general”, reza en la resolución.
Este contenido de difusión, así como la ubicación y las características del soporte en el que se instalará el código QR o herramienta de acceso al mismo, deberá ser consensuado con la Delegación Territorial de Cultura y Patrimonio Histórico y constará tanto de recursos textuales como gráficos y audiovisuales.
En cuanto a los restos en sí, también se exige como condicionante para retomar las obras que sean debidamente tratados antes de ser tapados: “Se deberá proceder a la limpieza de las estructuras arqueológicas que han quedado exhumadas con motivo de la actividad arqueológica, así como a la aplicación de los tratamientos que se consideren necesarios para su adecuada conservación. Posteriormente se cubrirá con geotextil y árido debidamente compactado de manera que se garantice que el tránsito de la maquinaria necesaria para la ejecución de la obra civil no afectará a su conservación”.
Del mismo modo, para asegurar también la conservación de los restos arqueológicos, se han modificado varias rasantes: elevación de la rasante del suelo de la planta baja en 35 centímetros hasta la cota +0,35 m ; reducción de la altura libre del sótano en 20 cm; reducción de la altura libre en área de Archivo a 220 cm; y eliminación de la capa de control de nivel freático del sótano en 20 cm.
Por su parte, la delegada de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta en Huelva, Teresa Herrera, ha recalcado en una entrevista concedida a Europa Press que, ante “la imposibilidad absoluta de hacer una puesta en valor ‘in situ’ de los restos arqueológicos hallados”, derivada del “propio criterio técnico” de la Dirección Facultativa de las obras, se proponía esta cimentación que tras haber sido valorada “garantiza la protección de los registros arqueológicos”.