Unicaja Banco tendrá más tiempo para concretar al Banco Central Europeo (BCE) su plan de sucesión; ya que el mayor accionista -la Fundación Unicaja- pidió aplazar las decisiones sobre gobernanza hasta que se renueve el consejo de administración con sus cuatro nuevos consejeros, cuya evaluación se agilizará.
Fuentes financieras han asegurado a EFE que Unicaja Banco, que inicialmente debía detallar más su plan de traspaso de poder o sucesión del 31 de enero, no tendrá que hacerlo de forma tan inminente al ampliarse ese plazo por parte del BCE tras ser consultado ante la solicitud de la Fundación Unicaja, que ha sido aceptada.
Se ha determinado que tendría poco sentido avanzar en determinados aspectos cuando el consejo de administración será objeto en breve de una modificación sustancial ante la incorporación de los cuatro nuevos consejeros dominicales que representarán a la Fundación Unicaja, que perdió la confianza en los que tiene ahora.
Por otra parte, Unicaja Banco empezará la evaluación de esos nuevos consejeros para ganar tiempo, ya que tres de ellos serán nombrados en la junta general de accionistas que se celebrará antes del 31 de marzo, mientras que el otro se hará por coaptación, proceso más rápido cuya designación debe ratificar la junta con posterioridad.
Las fuentes han precisado que la junta de accionistas será antes del 31 de marzo y que en ella será nombrados los sustitutos de los actuales consejeros dominicales de la Fundación Unicaja -Petra Mateos, Manuel Muela, Teresa Sáez y Juan Fraile- el último de los cuales dimitió para facilitar el proceso y será sustituido por coaptación.
Entrarán en su lugar el catedrático y financiero Miguel González Moreno, el exinspector del Banco de España Juan Antonio Izaguirre Ventosa, la dirigente empresarial malagueña Natalia Sánchez Romero y el profesor universitario José Ramón Sánchez Serrano.
Son los elegidos en esta nueva etapa de la fundación presidida por José Manuel Domínguez con los que se pretende sepultar el polémico periodo del expresidente Braulio Medel, que acabó dimitiendo en junio pasado.
Los nuevos consejeros dominicales elegidos por la Fundación Unicaja llegarán a Unicaja Banco en unas fechas claves, al tener que afrontar una sucesión por la finalización del periodo transitorio posterior a su fusión con Liberbank (etapa que debe acabar como máximo el próximo 31 de julio).
El banco cambiará su modelo de gobernanza: el puesto de presidente, que ostenta Manuel Azuaga -procedente de la antigua Unicaja- perderá funciones ejecutivas y se decidirá si el consejero delegado, Manuel Menéndez -originario de Liberbank- sigue en el cargo y con más poder o se elige otro primer ejecutivo.
La mayoría de funciones que ahora recaen en la presidencia deben transferirse al consejero delegado que haya en Unicaja Banco, quinta entidad financiera española y que debutó a finales de diciembre en el IBEX 35, principal índice de la Bolsa española.
A los hasta ahora consejeros dominicales de la Fundación Unicaja en el banco se les cuestionó por actuar en perjuicio del bloque de la antigua Unicaja -con raíz en Málaga- al contribuir a invertir la ecuación de canje de la fusión en la que Unicaja Banco absorbió a Liberbank -de origen asturiano- con una mayoría resultante de la parte malagueña (un 60 por ciento frente a un 40).
Los consejeros salientes fueron señalados por alinearse en el periodo de Medel con el bloque del Consejo de Administración procedente de Liberbank y alterar así el reparto de poder interno pactado en la fusión.
El supervisor bancario europeo pidió en su momento conocer cuándo terminaría el período transitorio posterior a la fusión de Unicaja Banco y pormenorizadamente cómo se repartirán las funciones, quiénes presidirán las comisiones del consejo de administración y cómo se articularán; tarea para la que ahora dispone de más plazo.