Los submarinistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil prosiguen este martes por sexto día consecutivo la búsqueda en el mar de la cabeza y las manos de Natalia, la mujer asesinada en Marbella por su expareja, que la arrojó con tales mutilaciones al agua en esta ciudad.
Fuentes cercanas a la investigación han informado de que se continúa peinando la zona y que, tanto este lunes como el martes en los que el mar está más movido por el temporal, desarrollan el rastreo más cerca de la orilla, sin resultados hasta el momento.
Hallar estos restos es difícil, pero la labor de los submarinistas no cesa. El cadáver mutilado de esta auxiliar de enfermería, de 46 años y nacionalidad colombiana, apareció el pasado 8 de enero en el mar, en la playa entre Elviria y Las Chapas.
Por su asesinato ha sido detenida su expareja, un colombiano de 45 años al que ella había denunciado por malos tratos y que días antes de su desaparición la había amenazado por teléfono.
Tras ser arrestado, el hombre admitió haberla matado, mutilado y arrojado su cuerpo al mar y el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Marbella acordó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza y se le investiga por los delitos de asesinato y quebrantamiento de condena de alejamiento.
También fue detenido un segundo hombre, amigo del presunto asesino, aunque el viernes quedó en libertad provisional y se le investiga por la presunta comisión de un delito de cooperación en un delito de asesinato.
El ayuntamiento marbellí asumirá la gestión y el coste del entierro de Natalia, según anunció la alcaldesa, Ángeles Muñoz, que trasladó su apoyo a los familiares.
El deseo de sus hijos es que la madre no sea repatriada y pueda descansar en Marbella, la ciudad de la que era vecina.
