El pasado 6 de febrero, el turno de tarde de la Policía Local de Arcos estuvo compuesto por un agente de depósito y una patrulla configurada a su vez por un agente policial con rango de oficial y un agente de la Patrulla Verde. Con este número de efectivos operativos, el sindicato mayoritario de la Policía, SPPME-A, asegura que “en ningún caso se está respetando las patrullas mínimas establecidas, inclusive con informes emitidos por parte del Jefe de la Policía haciendo mención de la necesidad”.
Fuentes del sindicato añaden que “se está poniendo en peligro a un trabajador ajeno a las labores policiales (en alusión al agente de la Patrulla Verde) al ser expuesto a requerimientos exclusivos policiales”. El hecho de patrullar en un vehículo policial “pone en peligro la integridad física, ya que el delincuente desconoce si dentro del vehículo patrulla circula un agente o un trabajador ajeno a esta labor”, dice el sindicato.
Las mismas fuentes se quejan de la ruptura de negociaciones entre el equipo de Gobierno y la Policía para la actualización del convenio laboral, apuntando directamente a la delegada de Seguridad Ciudadana. Este desacuerdo, explica el sindicato, “impide que los agentes realicen horas extras para cubrir las ausencias, bajas y permisos legalmente concedidos”, y culpa a la delegada González Peña de hacer “caso omiso a los informes de la Jefatura”.
Desde el sindicato policial denuncian, así pues, que no se puede garantizar la seguridad tanto de los propios agentes como de los vecinos de la localidad. “Dadas las circunstancias y el interés que tiene el Ayuntamiento en escuchar a los policías de Arcos y a sus vecinos, es normal que el máximo dirigente socialista salga en comparsas carnavalescas”, señala la nota emitida por el sindicato.
Por último, SPPME-A anuncia que expondrán el caso a las respectivas autoridades “para depurar posibles responsabilidades y esperando que no ocurra ninguna desgracia”, concluye la nota del sindicato.