Los padres de un joven granadino que perdió la vida el 25 de septiembre de 2019 en un accidente de tráfico provocado por un conductor que se estrelló contra un camión aparcado en el arcén en una carretera de Zamora, con el resultado de tres muertos, han pedido que se haga "justicia" después de que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León haya revocado la pena de cinco años de prisión que se impuso al acusado por circular drogado y por encima de la velocidad permitida y lo haya dejado en una multa de 9.000 euros.
Esta resolución judicial ha dejado a los padres del chico, de 21 años, "absolutamente desolados" y la recurrirán ante el Tribunal Supremo. En su sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Audiencia Provincial de Zamora consideró probado que aquella noche el acusado conducía bajo los efectos de la cocaína y el cannabis por la carretera A-66 cuando se produjo el accidente a la altura de Montamarta (Zamora).
El tribunal concluyó además que viajaba a mayor velocidad de la permitida --al menos a 133 kilómetros por hora-- y todo ello propició que no se percatara de la presencia de un camión que se había detenido en el arcén. El camionero, se paró y haciendo uso del chaleco reflectante se dirigió a la parte trasera del vehículo, que llevaba toda la iluminación reglamentaria, para recolocar la sujeción de la carga que transportaba.
El vehículo del acusado colisionó contra el lateral del camión y contra el propio camionero, de 48 años, que quedó gravemente herido y falleció aquella noche en el hospital. En el accidente también perdieron la vida el joven granadino, que ocupaba el asiento del copiloto, y una chica de 16 años que iba sentada detrás. Pese a llevar el cinturón de seguridad, ambos murieron en el acto tras la brutal colisión.
La sentencia de la Audiencia Provincial de Zamora precisa que el conductor dio positivo en marihuana y cocaína, y en ningún momento frenó ni hizo maniobra alguna para evitar el accidente, que se produjo en una recta. La condena fue de cinco años de prisión y la retirada definitiva del carné como autor de tres delitos de homicidio por imprudencia grave, otro de conducción bajo la influencia de drogas tóxicas y otro de conducción temeraria.
Ahora, en una sentencia de principios de marzo, el alto tribunal de Castilla y León ha estimado parcialmente el recurso presentado por el acusado y le ha absuelto de los delitos de conducción bajo la influencia de drogas tóxicas y de conducción temeraria. A juicio de la Sala, no ha quedado acreditado que el consumo de drogas le influyera en la conducción ni que condujera a una velocidad excesiva. Y le condena exclusivamente como autor de tres homicidios por imprudencia al pago de una multa de 3.000 euros por cada uno de los fallecidos.
La acusación ejercida por estos padres granadinos, que están representados por el letrado Ernesto Osuna, censura que el TSJ de Castilla y León no haya considerado válido ni el criterio de la Guardia Civil ni el del Instituto Nacional de Toxicología ni el de los forenses que han intervenido en este caso, en lo que consideran una "sentencia escandalosamente parcial" en un tema que genera "tanta alarma social" y que ahora deberá resolver el Tribunal Supremo.