Fue el PP el partido que más dinero invirtió en las últimas generales, ya que declaró 15,5 millones por operaciones ordinarias y 7,2 millones en concepto de propaganda.
La cuantía de los gastos del PSOE –que tiene contabilidad separada del PSC– fue de 13 millones por gastos ordinarios y 6,2 millones dedicados a propaganda, según el informe emitido por el Tribunal de Cuentas y debatido en el Congreso el pasado 27 de abril.
El órgano fiscalizador detectó que el PP había superado en 15.800 euros el límite de gasto permitido, en tanto que Nafarroa Bai lo había hecho en casi 94.300 euros. Tras el PP y el PSOE, el partido que más dinero desembolsó para hacerse con escaños en el Congreso y el Senado fue Izquierda Unida, con 1,1 millones de euros en operaciones ordinarias y 6,2 millones en envíos electorales subvencionables.
El PSC dedicó a ambos conceptos 2,5 y 1,09 millones de euros, respectivamente, en tanto que CiU destinó a estos fines 2,4 y 1,1 millones de euros; la Entesa (que agrupa en el Senado a PSC, ERC e ICV), 1,9 en gastos ordinarios y un millón en envíos; ERC, 520.000 y un millón de euros; EA, 776.800 euros; ICV, 609.000 euros y un millón y Na Bai, 318.000 euros. Hay más partidos con los gastos electorales fiscalizados por el Tribunal de Cuentas: el BNG justificó 320.592 euros; la CHA, 290.811; Coalición Canaria, 342.000 euros; UPyD, 671.000 euros, y UPN, que concurrió junto al PP por Navarra, 224.000 y 96.600 euros.
Para hacer frente a todo este desembolso económico, las formaciones políticas tuvieron que acudir a los bancos con el propósito de conseguir financiación, hasta 44,6 millones de euros entre todos. De nuevo fue el PP la que más dinero precisó.