Los agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Jaén consideran la nueva Ley de Vivienda “una norma electoralista y populista”.
Consideran que “va a reducir la oferta de pisos en alquiler y que va a perjudicar a los nuevos inquilinos, especialmente a los más vulnerables”. Así lo confirma el presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Jaén, Diego Galiano. La Ley del Derecho a la Vivienda ha pasado los trámites parlamentarios de forma muy ajustada, y ahora está pendiente de su publicación en el BOE, lo que ocurrirá seguro antes del 28-M.
Entre las medidas que incorpora, están recibiendo “multitud de críticas” el límite obligatorio de renta en zonas que se declaren tensionadas, la limitación de la actualización de renta alejada del IPC, la prórroga extraordinaria y obligatoria para el arrendador más allá de la duración mínima del contrato de 5 años, la sanción con recargos del IBI a pisos vacíos, o la dificultad de recuperar la vivienda en casos de ocupación.
“Es una Ley intervencionista que atenta contra el libre mercado, que pisotea el derecho de propiedad privada y la libertad de empresa, y que, además, vulnera normas competenciales de vivienda de las Comunidades Autónomas, por lo que a buen seguro será objeto de recursos judiciales tras su publicación”, indica Galiano.
En la misma línea, advierte de que las consecuencias pueden ser “la rtirada de pisos del alquiler tradicional para cerrarlos o para pasarlos a la venta, o al alquiler de temporada o al turístico, o al alquiler por habitaciones, todo lo cual va a reducir la oferta de vivienda disponible para alquiler de larga duración”.
Igualmente, asegura que puede dar lugar al “incremento de las rentas en las primeras contrataciones, con un alquiler que será más caro”.
Galiano sentencia que“en lugar de construir viviendas públicas, incentivar a los arrendadores particulares y dotar de seguridad jurídica al alquiler, optan por la coerción, la sanción y la barra libre para la ocupación y la morosidad, con lo cual la ocupación pasa a ser un derecho, la propiedad privada pasa a ser una mera anécdota, y el arriendo se va a convertir en un acto de fe y en un proceso de riesgo”.