“La responsabilidad era los organizadores, por entrar en sus competencias todo lo relativo a los accesos al recinto”, indicó el ministro de Interior regional, Ralf Jäger, para desgranar, junto al inspector jefe de la policía renana, Dieter Wehe, el catálogo de prerrogativas de seguridad que se incumplieron.
Los accesos al recinto dispuesto para la “Loveparade”, la más multitudinaria fiesta “tecno” del mundo, se abrieron pasadas las 12.00 (10.00 GMT) con dos horas de retraso sobre lo previsto y para entonces ya se habían formado los primeros atascos, relató Wehe.
Se había estimado que el túnel tenía capacidad para permitir un flujo de 30.000 personas por hora, pero como consecuencia de lo anterior quedó abarrotado poco después de la apertura del recinto.
Llegaron así a juntarse hasta 20.000 personas a uno de los extremos del paso subterráneo, mientras crecía el nerviosismo y también la agresividad de los concentrados, prosiguió Jäger.
La organización no alertó a la policía del atasco existente dentro y en los extremos del túnel hasta las 15.30.