La crisis no ha debilitado el compromiso de la sociedad con las ONG, pero sí ha cambiado el tipo de apoyo que están dispuestos a dar, explica Yolanda Polo, portavoz de la Coordinadora de ONG de Desarrollo.
“Mucha gente ha reducido sus aportaciones económicas, pero se ofrece a colaborar y trabajar de manera altruista, y los viajes al extranjero también se han reducido mucho porque cada voluntario tiene que pagarse su billete y manutención”, señala.
Detalla que hay más de dos millones de españoles que apoyan económicamente la labor de las ONG y que unos 25.500 trabajan como voluntarios de las organizaciones, pero que no existen cifras de cuántos pueden pagar los más de 1.500 euros que cuesta trabajar durante el verano en un proyecto en el extranjero.
“Mucha gente que se ha quedado en paro llama para ofrecerse a trabajar unas horas, lo que demuestra que el compromiso y la solidaridad no han descendido”, confirma la vicepresidenta de la Coordinadora, Eva Sarto.
Para Sarto, la sociedad ha comprendido que “la solidaridad no es un lujo para tiempos de bonanza, sino una prioridad que no podemos abandonar en tiempos difíciles”.