“Angustiadas” y “muy afectadas” por lo que les podía haber pasado y con el miedo aún en el cuerpo. Así amanecían este martes estudiantes del primer curso de Enfermería y Fisioterapia del Campus de Jerez que el lunes viajaban en el autobús que perdió el control en la bajada del Puente de la Pepa de Cádiz y entró en la capital gaditana a 100 kilómetros por hora. Desgraciadamente lo que vino después ya lo conocemos: invadió el carril contrario, se subió a la acera y atropelló mortalmente a tres personas, dos jóvenes de 17 y 19 años y una mujer de 60 años. Además, un anciano de 86 años permanece muy grave.
Apenas 25 minutos antes, este vehículo que la Universidad de Cádiz había contratado para tres días de prácticas por 1.560 euros les había recogido frente a las dependencias universitarias de La Asunción para trasladarles a los laboratorios de la Facultad de Medicina de Cádiz. En su interior, el grupo de treinta estudiantes no podía imaginarse ni por asomo la magnitud de la tragedia que estaba por venir cuando llegaban a Cádiz en plena sobremesa.
A los que iban más adelante, los gritos de “¡el freno”, “el freno!" del chófer les dejaba blancos, mientras que al fondo no se percataban de la gravedad de la situación hasta cuando el autobús ya descontrolado invadía el sentido contrario y escuchaban a compañeras gritar. Esto es lo que le ocurrió a la joven que ha narrado a VIVA JEREZ cómo fueron los segundos más angustiosos de su vida. Sigue “muy impactada” y le cuesta hablar de lo ocurrido. “Yo no me enteré de nada de los frenos, me di cuenta cuando vi a la gente gritar. Pasé mucho miedo. Iba al lado de la ventana del autobús y parecía que íbamos a volar. Me agarré fuerte al sillón de delante”, relata. No dio tiempo a más. Cuando se quiso dar cuenta el autobús se había estrellado contra el lateral de un centro comercial en la avenida de las Cortes tras arrollar a los viandantes y arrancar señales de tráfico y palmeras a su paso.
Algunas fueron atendidas en el hospital algunas dolencias en el cuello y las cervicales por el impacto, y se han levantado doloridas, pero ninguna resultó herida de gravedad, como confirmaba este martes el propio rector en funciones de la UCA, Francisco Piniella, que ha puesto a disposición del alumnado la atención psicopedagógica de la Universidad de Cádiz. “Han vivido una situación trágica que podría haber sido mucho más grave”, ha reconocido.
Buena parte no pudo conciliar el sueño anoche en una jornada en la que la Facultad “ha seguido con su actividad”, según fuentes de la UCA. No obstante, nadie de este grupo ha ido a clases. Ahora solo quieren volver a la normalidad cuanto antes.
