“Somos un pueblo generoso y hospitalario, sin duda, pero también nos estamos dando cuenta con asombro y vergüenza que nos hemos convertido en un pueblo corrupto y asesino”, apuntó el texto, firmado por la Archidiócesis primada de México.
El editorial afirma que “esta tragedia no es nueva” pero que ha puesto sobre la mesa “lo que está sucediendo a diario” con relación al maltrato a migrantes centroamericanos y sudamericanos que buscan llegar a Estados Unidos.
Los 72 migrantes asesinados en Tamaulipas (norte del país), centroamericanos y sudamericanos, eran al parecer indocumentados y fueron coartados por los narcotraficantes para unirse a sus filas como sicarios. Ante su negativa, los asesinaron.
El maltrato a este colectivo comienza por la policía y las autoridades migratorias, afirma la archidiócesis.