“Se ríen en nuestra cara. El centro es juez y parte. El chico está en un centro de menores y todos tan tranquilos. No está en su casa, donde debería estar una persona en sus circunstancias”. Asperger Andalucía ha estallado en sus redes sociales contra la decisión de la Delegación territorial de Educación de la Junta en Cádiz de cerrar el protocolo de acoso escolar abierto en el IES Elena García Armada de Jerez a finales de septiembre después de que un alumno de 14 años agrediera con dos cuchillos que sacó de su maleta a varios profesores y estudiantes a primera hora.
La propia asociación ha dado a conocer en sus redes sociales el resultado del informe, que llega casi dos meses después del suceso por el que el alumno permanece interno en un centro de menores de la provincia a la espera de juicio, pese a que muchos compañeros relataron públicamente el día de los hechos que el adolescente solía estar apartado en los recreos y sufría bromas y vejaciones por parte de otros estudiantes.
Hoy se ha cerrado el protocolo de acoso escolar (abierto tras los hechos) concluyendo que no ha existido tal cosa
— Asperger Andalucia (@AsperAndalucia) November 19, 2023
Se ríen en nuestra cara. El centro es juez y parte
El chico en centro penitenciario y todos tan tranquilos#YNoPasaNada #ElBullyingMata https://t.co/SZmaMAHZK8
Desde esta asociación avisan de que “no vamos a permitir esta burla” y dejan claro su “no” a la “Ley del silencio". "El acoso es delito, cuando se ejerce contra un menor con discapacidad es delito de odio y la permisividad es complicidad. No nos va a callar el corporativismo mal entendido”, han afirmado en un tweet dirigido a la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía.
El episodio ocurrido en este instituto jerezano reabrió el debate sobre la atención de los alumnos con necesidades especiales en los centros educativos y la falta de recursos para atenderlos y detectar casos de bullying, aunque también despertó una oleada de mensajes de solidaridad de muchas madres hacia el adolescente, que permanece recluido en un centro de menores “mientras los acosadores siguen dentro”, como llegaron a decir a este periódico.