El homicida, Francisco L.C., de nacionalidad española, al igual que la víctima, se ha presentado hacia las seis de la mañana en las dependencias de la policía local de Sant Celoni (Barcelona), donde ha reconocido haber cometido el crimen.
Tras esta confesión, los agentes se han desplazado a la vivienda de la pareja, situada en el número 17 de la calle Campins de Santa Maria de Palautordera, donde han encontrado el cadáver de la mujer.
La víctima no presentaba heridas visibles ni de arma blanca o de fuego, por lo que una de las hipótesis que barajan los investigadores es que haya fallecido por asfixia, según han informado a Efe fuentes cercanas al caso.
Como ocurre en la mayoría de casos de violencia machista, la víctima no había denunciado previamente a su agresor, con quien mantenía una relación sentimental desde hace seis años.
En lo que va de año, en Cataluña han fallecido 12 mujeres a manos de sus parejas o ex parejas -frente a las diez del año anterior-, y de ellas tan sólo cuatro habían presentado una denuncia previa.
Tras entregarse a la policía, el asesino confeso ha sido trasladado a un centro hospitalario -donde permanece custodiado por los Mossos d'Esquadra-, ya que tras cometer el crimen se ha autolesionado en lo que parece ser un intento de suicidio.
Según los familiares de la víctima, el asesino confeso no había maltratado a su pareja hasta ahora, aunque sí protagonizaba ataques de ira en los que destrozaba enseres domésticos.
Así, Mercedes Sánchez, prima hermana de la víctima, ha declarado que "a pesar de tener un carácter violento, nunca le había puesto la mano encima. En una ocasión rompió el televisor y en otra el aparato del aire acondicionado, pero a ella nunca le pegó".
Según la prima de la víctima, la pareja tenía una relación sentimental desde hacía seis años, que ha calificado de conflictiva, pues se habían separado en varias ocasiones, debido a que Francisco L.C. era una persona "muy celosa".
Por su parte, varios vecinos de la calle donde vivía la pareja han coincidido en calificar al homicida como una persona muy introvertida y que nunca hablaba con nadie.
El juzgado de violencia doméstica de Granollers (Barcelona), que se ha hecho cargo de la instrucción, ha decretado el secreto del sumario.