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Dos padres contra el cáncer: Quieren sacar un medicamento para cinco cánceres pediátricos

Actualmente sólo existen siete medicamentos diseñados específicamente para el cáncer pediátrico, en comparación con más de 200 para adultos.

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  • Buscan financiación para lanzar al mercado Volasertib, un potencial fármaco, que va a ser probado en cinco tipos de cánceres distintos y muy agresivo.
  • La Fundación Olivares ha creado un crowdfunding con el que quieren recaudar 200.000 euros y poder abrir el ensayo clínico.
  • El cáncer infantil es una enfermedad “huérfana” que “no tiene interés económico” para las compañías farmacéuticas.

Andrés Olivares y Ricardo García son dos padres que le han declarado la guerra al cáncer infantil. La vida les ha unido en su lucha por salvar la vida de niños y adolescentes. Ambos están colaborando para lanzar al mercado Volasertib, un “potencial” medicamento “que va a ser probado en cinco tipos de cánceres distintos y muy agresivos (sarcoma de Ewing, neuroblastoma, meduloblastoma, rabdomiosarcoma, glioma difuso de línea media e incluido el glioma difuso intrínseco de tronco)”, cuenta a 7TV Málaga Ricardo García, cofundador de la compañía biotecnológica Oncoheroes Biosciences.

Tenemos el medicamento fabricado, los 20 centros y hospitales para empezar a identificar a los pacientes y solo falta completar la financiación de un millón de euros.

Para entender esta historia hay que viajar a Barcelona, cuando a Richi, hijo de Ricardo, le diagnosticaron un meduloblastoma, uno de los tumores cerebrales más agresivos. Era un caso “muy complejo y el pronóstico era muy malo”, su única esperanza era encontrar un equipo médico “especializado con mucha experiencia”. En España no había y “viajamos a Boston en 2012 buscándolo”: “Afortunadamente nos salió bien. Ahora Richi es un chico de 18 años, que tiene su mochila acuestas con más de 25 cirugías, quimio y radioterapia; pero al fin y al cabo nos sentimos afortunados”.

El caso de “mi hijo me cambió la vida, como le pasó a Andrés”, su hijo Luis falleció con nueve años de cáncer. Ambos entraron en un mundo que es “peor que el infierno” y, en sus casos, decidieron “darle la guerra al cáncer infantil”. El malagueño Andrés lanzó la Fundación Andrés Olivares, que desde su creación en 2010 ha ayudado a más de 700 familias. Ricardo fundó Oncoheroes, con Cesare Spadoni, quien perdió a su hija Laura tras ser diagnosticada a los tres años de un carcinoma neuroendocrino, y la Fundación Richi.

Andres y Ricardo se conocieron hace unos dos años y desde entonces colaboran para sacar adelante medicamentos contra el cáncer pediátrico. En el mundo, cada año se diagnostican 400.000 casos de cáncer en personas de 0 a 19 años y 90.000 pierden la batalla. Estas cifras son “pequeñas”, lamenta Ricardo, para la industria farmacéutica. El cáncer infantil es una enfermedad “huérfana” que “no tiene interés económico” para las compañías, que prefieren invertir en el desarrollo de medicamentos para adultos (20 millones de casos se diagnostican al año). Esta es la razón por la que sólo existen siete medicamentos diseñados específicamente para el cáncer pediátrico, en comparación con más de 200 para adultos. Ante la falta de fármacos específicos para niños, actualmente “un gran número de pacientes pediátricos se tratan con medicamentos que fueron diseñados para adultos”. Los menores están “desatendidos”, porque el “cáncer infantil es totalmente diferente al de los adultos y requiere un tipo de especialización, medicación y tratamiento específicos”. Así nació Oncoheroes, la “única compañía del mundo del sector farmacéutico cien por cien dedicada a desarrollar nuevos medicamentos para peques”.

A día de hoy la startup biotecnológica está trabajando para abrir un ensayo clínico internacional para comprobar la eficacia de Volasertib. Uno de los medicamentos que tienen en su “portafolio”. “Está todo preparado”, celebra Ricardo, “tenemos el medicamento fabricado, los 20 centros y hospitales para empezar a identificar a los pacientes” y solo falta completar la financiación de un millón de euros para abrir el ensayo clínico.

En la captación de capital juega un papel clave la Fundación Olivares, quien “abandera” el proyecto en España y que vio en Oncoheroes la oportunidad de dar un paso más en su lucha contra el cáncer infantil. Hace meses aportaron su donación y ahora han lanzado un crowdfunding con el que quieren recaudar 200.000 euros que sumen para llegar al millón de euros, dice un ilusionado Andrés. “Seguro que a nivel nacional vamos a tener una repercusión importante, habrá muchas almas bonitas que nos ayuden”, asegura, confiando en la “solidaridad” que Málaga le “ha demostrado desde hace mucho tiempo”.

Andrés sabe lo que es el poner frente al cáncer, vivió con su hijo “el deterioro físico” y ver que “no hay medicamentos concretos para tipologías concretas de tumores, la verdad que se te encoje el corazón”. Con una ilusión “tremenda”, ambos padres han unido fuerzas para sacar adelante, “lo antes posible”, la primera fase del ensayo clínico de Volasertib en el que van a participar 110 niños y adolescentes que padecen “esos tipos de cánceres y que no tienen otra opción de tratamiento”.

Después del ensayo clínico, ha añadido Ricardo, y tras un esperado resultado “positivo”, el siguiente paso será buscar financiación para el ensayo clínico final, obtener la aprobación del medicamento y llevarlo al mercado.

El trabajo diario de la Fundación Olivares

Fundación Olivares trabaja desde hace 14 años para mejorar la calidad de vida de los niños y niñas y adolescentes enfermos de cáncer y/u otras patologías crónicas y sus familias ofreciendo una serie de servicios gratuitos complementarios al tratamiento médico: logopedia, psicología, fisioterapia, nutrición, ayudas sociales y económicas, técnicas de equilibro cuerpo, alma y mente y actividades lúdicas.

Desde 2019 colabora con el Hospital Materno Infantil de Málaga (Hospital Regional Universitario) ofreciendo estos servicios a domicilio a los pacientes pediátricos crónicos complejos para intentar evitar, en la medida de lo posible, sus largos periodos de ingresos hospitalarios y mejorar así su calidad de vida y la de su familia.

Al paciente oncológico hay que tratarlo “desde un punto de vista holístico”, porque el impacto emocional es “brutal”, detalla Andrés. En 2023 han atendido a 243 familias y más de 710 desde su fundación.

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