Concretamente, el colmo de esta lamentable situación se produjo el pasado lunes por la tarde, cuando se fue la luz en el edificio al quemarse el térmico de las instalaciones por culpa de las filtraciones de agua, dejando la oficina totalmente inutilizada. Sin embargo, al día siguiente, el problema no fue resuelto hasta pasado el mediodía, de forma que la oficina permaneció cerrada hasta entonces.
Esto no sólo afectó a los 50 trabajadores que forman la plantilla de esta sede, sino que la población de La Línea quedó desatendida durante todo el tiempo que duró la avería.
Pecino insiste en que es la Administración la responsable de que la oficina presente el estado que presenta, puesto que la dirección de la sede de La Línea lleva unos dos años denunciando el estado del edificio y reclamando una solución definitiva.
CSIF puede entender la indignación de los usuarios, que el martes se encontraron con las puertas cerradas, sin embargo, el sindicato quiere dejar claro a los afectados que el problema no era debido al mal servicio postal sino a la dejadez absoluta y constante de la Administración a la hora de poner remedio a este problema.