Juega con las mangas, pero no te olvides de ellas. Los trajes de flamenca sin mangas tuvieron su momento de gloria, pero hace tiempo que esta tendencia quedó desterrada a favor de propuestas de todo tipo para ganar en elegancia. La manga cobraba así todo el protagonismo: abullonada, hasta la muñeca, con o sin volantes…pero con el brazo cubierto. No te olvides. Sí, esta moda vino muy bien para combatir las altas temperaturas, no digáis ahora que nunca la habéis llevado, pero desde hace años es agua pasada y cada vez hay telas más ligeras para que no suframos y para que nuestro vestido no se convierta en una carga pesada.
Prueba con hechuras más fluidas, el talle a la cadera y la falda suelta. Al Real vamos con todo, pero ir elegante y femenina no tiene por qué estar reñido con el confort. Afortunadamente estos tiempos en los que el traje se convertía en un armatoste también quedaron atrás. Ahora los diseños se decantan hacia una mujer vestida de flamenca que desfila cómoda por el Paseo Principal y no tiene problemas ni para subirse al coche de caballos, sentarse a comer o simplemente ir al baño. ¡Quien nos lo iba a decir hace una década! Ojo, las formas más ceñidas y los talles más bajos siguen conviviendo con estas propuestas, pero el abanico es cada vez más amplio y, sobre todo, más confortable.
El pelo siempre recogido y no escatimes en flor ni en peinas. Es otro de los mandamientos para vestirte de gitana y que al final vas a agradecer para combatir el calor. Además de lucir más espectacular y elegante sobre el albero, hay múltiples opciones que ni siquiera significan visita obligada a la peluquería: desde la coleta, el clásico moño, alto o bajo, o incluso con trenza. En cuanto a la flor, la opción más favorecedora, aunque a algunas les cueste verse, siempre va a ser colocártela en medio. No tengas miedo de que sea demasiado grande. La diadema con claveles rojos naturales no pasa de moda y es otra opción, y adornada con peinas doradas harás de tu peinado toda una fantasía.
Deja las gafas de sol en casa. Lo decimos todos los años, pero nunca viene mal recordarlo porque seguimos viendo a muchas martirios por el Real, y ya sabéis, Martirio solo hay una. Siempre nos quedará coger por la sombrita y hacer vida en las espectaculares casetas que tenemos. Y el sol llegará un momento en el que irá, mucho antes que nosotras.
No al bolso, sí al abanico. Sabemos que nos cuesta, que nuestros bolsos son en la mayoría de las ocasiones una extensión de nosotras. Toca priorizar, porque el bolsillo del traje de flamenca no hace milagros, y no ir más allá del móvil (si sois capaces de dejarlo en casa, mejor, y un mínimo kit para retocarnos). En el Real siempre nos van a dar abanicos de publicidad o con el plano de la Feria, que socorridos son un rato, pero si salimos de casa con uno que no desentone con nuestro color, mejor que mejor. No conviene destinar mucho presupuesto por si lo perdemos, que es lo más probable que ocurra.
-Elige unos maxipendientes que no pesen para no dejarte la oreja en el Real. Junto con la flor, no hay complemento que favorezca más y que remate nuestro look. El tamaño sí importa: cuanto más grandes, mejor, pero esto no quiere decir que perdamos la oreja en el intento. Pruébatelos siempre antes.
-El mantocillo tiene muchas posibilidades, pero nunca en la cintura o en la cadera. Desde las últimas ferias este complemento está viviendo su época dorada a la hora de vestir un traje de flamenca. Eso no quiere decir que el diseño no pueda entenderse sin él. Si no te ves con él, no pasa nada. Nadie te obliga, y mal colocado puede resultar incómodo y hasta chafarte el look.
-Nada de manoletinas. Son monísimas, pero no para completar el look de flamenca. No tienes que usar tacones, hay zapatillas de esparto adaptadas a nuestros gustos y necesidades con las que puedes pisar firme por el Real y aguantar las horas que hagan falta.
-Deja los experimentos para otra semana. la moda flamenca también evoluciona y también juega con las tendencias. Pero una cosa es combinar colores y tejidos, y otra es acabar yendo disfrazada.
-Una vez que pises el Real, ve con todo, canta, baila y olvídate del postureo para exprimir al cien por cien una Feria que cada año es diferente y única.
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