Después de 38 años de servicio a la ciudadanía, María Mateos García, agente de la Policía Local, cumplió recientemente su último día de trabajo como integrante de esta plantilla y ya se encuentra jubilada. “Y no es una cuestión menor, toda vez que la inquieta María, junto a la añorada Ana Navarro y Marí Luz (también recientemente jubilada), pertenece a la primera promoción, la de 1985, en la que las mujeres entran a formar parte de la plantilla policial de nuestra ciudad, un hito en aquellos años sólo reservado para mujeres valientes y decididas a abrir camino a las demás, de esas que se han ganado a pulso el adjetivo de pionera”, destaca Manuel Cabrales Bermúdez, jefe de la Policía Local.
Durante esas casi cuatro décadas de trabajo, que dan para mucho, María quiso explorarlo todo y desarrolló su labor en Inspección de Guardia, como motorista en la Sección de Tráfico, en los Radiopatrullas, en la Policía de Barrio, en la Sala de Radio, en la Sección administrativa y finalmente en el Gabinete de Personal “desde donde sabía mantener a todo el personal firme gracias al poder de su firma”.
“Otra buena compañera, buena profesional y mejor persona que en poco tiempo deja de ponerse el uniforme azul cada mañana para cumplir con el servicio diario, pero de la que estamos seguros que seguirá sintiéndose por siempre, tal y como la sentimos nosotros a ella, parte de esta familia que es la Policía Local. Como repetimos con todos los compañeros y compañeras que llegan a este momento, en el terreno de los afectos que se forjan tras tantas vivencias juntos, la jubilación no deja de ser otra anécdota más”, destaca el jefe de la Policía Local.
Toda la plantilla desea lo mejor “en esta nueva etapa que se abre en tu vida y nos llevamos la mano derecha a la visera de nuestra gorra como despedida y señal de respeto y gratitud por todos tus años de servicio”, concluye Cabrales.