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Galicia

Las víctimas del 'Argos Georgia' y la defensa de la unidad centran la Ofrenda al Apóstol

El presidente del Parlamento gallego, que aceptó el encargo del rey Felipe VI, ya había ejercido como delegado regio en los años 2016 y 2018

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  • Santiago de Compostela. -

El recuerdo a las víctimas del naufragio del pesquero 'Argos Georgia' en las Islas Malvinas, con nueve muertos -dos españoles- y cuatro desaparecidos, la defensa de la unidad y la migración han protagonizado la Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago en las palabras del delegado regio, Miguel Santalices, y el arzobispo de Santiago, Francisco José Prieto.

El presidente del Parlamento gallego, que aceptó el encargo del rey Felipe VI, ya había ejercido como delegado regio en los años 2016 y 2018 en esta ofrenda que se celebra cada 25 de julio desde que fue instaurada por Felipe IV en 1643.



Antes de la misa solemne en la Catedral de Santiago, en los actos protocolarios que se han desarrollado en la Plaza del Obradoiro, han formado parte de la comitiva de acompañamiento de Santalices el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo; el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco; el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda; la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín -que no se incorporó a la ceremonia religiosa-, conselleiros y otras autoridades civiles y militares.

"Pocos honores pueden compararse con el de representar a su majestad Felipe VI en la ofrenda", ha dicho Santalices en su discurso en la catedral, donde ha asegurado que el pueblo "aprecia y apoya" al rey "como símbolo de la unidad y permanencia del Estado".

Ha defendido una "España que sea capaz de encontrar un camino de concordia en que todas las sensibilidades tengan acomodo dentro del respeto a la ley", un país en el que "todos" gocen de los "mismos derechos" y tengan acceso a "prestaciones y servicios públicos similares con independencia de la edad o el lugar".

Santalices ha aplaudido que "la conciencia ambiental" sea una "feliz realidad, especialmente, entre los más jóvenes", pero ha urgido a "dar pasos" adelante "para frenar lo que puede ser una amenaza" y ha apelado a "buscar el equilibrio entre actividades humanas y la preservación de recursos naturales", a encontrar "puntos de encuentro" y huir de "posiciones maximalistas".

El delegado regio también ha advertido de la necesidad del "consenso, sentido común y generosidad" para abordar la "presión migratoria", ha clamado por la paz, el respeto de los derechos humanos y la legalidad internacional y por enfocar, desde la implicación de particulares e instituciones, "el drama de la violencia de género", así como la atención a los mayores.

El presidente del parlamento autonómico ha tenido "presentes a los que ya no están", con palabras de recuerdo para los tripulantes fallecidos y desaparecidos del palangrero 'Argos Georgia': "Nuestro corazón está a su lado", ha dicho al dirigirse también a las familias y amigos de las víctimas y a la gente marinera que "afronta de nuevo la tragedia del mar".

Santalices se ha acordado de las víctimas de la tragedia ferroviaria de Angrois, en Santiago de Compostela, hace once años, las del terrorismo y las de "cualquier otra forma de violencia".

Al igual que el delegado regio, el arzobispo de Santiago, Francisco José Prieto, ha expresado su "consternación y tristeza" por el hundimiento del pesquero 'Argos Georgia' en las Islas Malvinas y se ha acordado de las familias y la gente del mar.

En la homilía, ha apelado al compromiso con "la mejor política, la que está verdaderamente al servicio del pueblo, del bien común, de la fraternidad", y se ha acordado de las víctimas de toda violencia e injusticia, de las guerras.

Ha indicado también que "nuestra época está dominada por la crisis" y ha citado la económica que ha marcado el último decenio; la de la familia y los modelos sociales consolidados; la de las instituciones y "la dura crisis" de los migrantes, que en su opinión "muestran el miedo y la profunda desorientación del hombre contemporáneo".

No obstante, ha precisado que la palabra crisis no tiene por sí misma una connotación negativa y se ha remitido a su origen, a afrontarla como "un tiempo de desafíos y de oportunidades".

El arzobispo ha afirmado que "cabe la posibilidad de edificar sociedades auténticamente laicas, sin contraposiciones ideológicas, en las que encuentran igualmente su lugar el cercano y el lejano, el creyente y el no creyente".

Así, ha abogado por procurar "unidad de las diferencias y unidad en las diferencias" y ha advertido de que "lo singular y peculiar no debe asustar, ni se puede pensar que la unidad se preserva con la uniformidad", sino que "esa unidad es más bien la armonía de lo diverso, de las diversas personas y pueblos".

Prieto ha dicho que la sociedad encontrará de nuevo la esperanza en la solidaridad, cuando se invierta en un desarrollo que abarque a todo el ser humano, cuando se abre al futuro a los jóvenes, o cuando se respeta la conciencia y los ideales de los ciudadanos y se defienden "toda vida y todas las vidas". 

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