El proyecto de recuperación se ha basado en actuaciones que aminoran las "intervenciones intensivas" sufridas por el inmueble y ponen en valor el pasado "mestizo y complejo" del edificio, según ha informado la Universidad de Granada.
El rector en funciones, Francisco González Lodeiro, ha presidido el acto de inauguración del edificio, en el que también se ha abierto la exposición "Joan Hernández Pijuán en el Palacio de la Madraza, 1986-2005".
Se ha eliminado la entreplanta de oficinas bajo el Salón Caballeros XXIV para recuperar su primitiva disposición espacial, lo que ha supuesto la recuperación de su alfarje (techo) con la restauración de su decoración pictórica.
También se ha remodelado la sala de exposiciones y se han limpiado las estructuras arquitectónicas, además de incorporar en diferentes ambientes los restos arqueológicos más significativos del edificio que evidencian su pasado hispanomusulmán.
La fundación de La Madraza se produjo por iniciativa del sultán nazarí Yusuf I en el año 1349, cuando se erigió en el punto neurálgico de la medina en época nazarí junto al lugar elegido para edificar la mezquita aljama en el siglo XI.
De este primitivo centro docente, dedicado principalmente a las enseñanzas de Teología y Derecho, se ha conservado el oratorio localizado en el lado opuesto a la entrada del edificio.
En 1500 se produjo la conversión del edificio en palacio municipal, de modo que la nueva sede del Concejo granadino quedó instituida junto a la Catedral y la Capilla Real en pleno centro neurálgico de la ciudad moderna.
Ya en 1861 la sede administrativa del consistorio fue enajenada y adquirida por particulares con motivo del traslado de la Casa del Cabildo a su sede actual en la Plaza del Carmen.
A mediados de siglo un incendio destruyó la armadura del oratorio que se restauró en 1893, momento en el que también se reintegró la ornamentación nazarí siguiendo los criterios de reposición de la época.
La declaración de la Madraza como monumento histórico-artístico en 1922 y su adquisición por parte del Ayuntamiento en 1939 abrieron un nuevo periodo marcado por su reconocimiento y puesta en valor.
El edificio pasó posteriormente a depender de la Universidad de Granada y se convirtió en uno de sus equipamientos más representativos por su localización en el corazón de la ciudad histórica.