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España

Terrorismo de Estado y genocidio

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Hay momentos en que uno piensa que ni la Organización de Naciones Unidas, ni la Unión Europea ni ninguna otra organización internacional sirven para nada o que al menos no sirven para preservar la paz y para evitar matanzas, violaciones flagrantes de los derechos humanos y atroces actos de terrorismo de Estado, por mucho que a veces puedan servir para otros cometidos relacionados con la economía o la cultura. Siento la más amarga de las vergüenzas al contemplar la impunidad con la que el Estado de Israel está perpetrando su última racha de crímenes contra la humanidad y de crueles asesinatos masivos de inocentes, haciendo gala de un poderío militar que nadie controla, al tiempo que asistimos a esa palabrería ridícula de tantos gobiernos que lamentan lo que sucede pero que no hacen absolutamente nada por impedirlo. No es de los peores nuestro Gobierno, desde luego, aunque sea del todo insuficiente lo que escuchamos de Moratinos y lo que se nos informa sobre mínimas ayudas a las víctimas del holocausto de nuestros días, esos niños, esas mujeres esa población civil de Gaza en la Pascua de Navidad.
Y luego nos pasamos la vida obsesionados con la lucha contra el terrorismo, interior o internacional, como si el terrorismo de Estado no fuese el peor de los terrorismos, al ser el más poderoso y el más impune. Y cuando se lucha contra ese terrorismo, se hace de modo selectivo, dejando impunes a los protegidos de los Estados más poderosos, como ha sucedido hasta ahora con Israel respecto de Estados Unidos.

El consuelo es que las opiniones públicas se movilizan mucho más, como vemos en los medios informativos de todo el mundo, dato que al menos nos permite conservar un rayo de esperanza de que se produzca una rebelión incruenta contra este estado de cosas. Y un aviso. La arrogancia criminal contra la población palestina indefensa crea el caldo de cultivo para el crecimiento de eso que luego llamamos terrorismo internacional intolerable. Lo más horrendo es que las encuestas dicen que más del 80% de la población israelí apoya la orgía criminal de su Gobierno. Veremos qué pasa a continuación.

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