Lo difícil no es llegar, sino mantenerse. Esta teoría afirmativa, tan aplicable a cualquier materia de la vida, en el toreo se acaba convirtiendo en reiterativa a poco que un nombre alcance notoriedad en los carteles y sobre todo esté en boca de los aficionados.
Alcanzada la meta, se asume que el éxito pasa por la permanencia, la continuidad en lo más alto. Visto así, el caso de Espartaco es el más notorio por todo el tiempo que lideró el escalafón a finales de los ochenta y principios de los noventa. Pero no hay que dejarse atrás, traducido en cifras, lo conseguido por Enrique Ponce, “El Litri” o “Jesulín de Ubrique” cuando en una época que hoy día parece inimaginable, sobrepasaron las cien tardes por temporada en los años noventa.
Llegar a las cien durante años fue el objetivo. Lo que terminaba de situar a esas figuras en el privilegio de exigir unos honorarios altísimos sencillamente porque los generaban.
. Cien citas semanales al otro lado del televisor con esta televisión provincial que abre una ventana a la tauromaquia integrándola como una más de las realidades sociales de nuestro territorio, donde no pocos jiennenses también son protagonistas.
Un camino iniciado en abril de 2021, en plena pandemia y con la distancia social impuesta en nuestras vidas. También en los tendidos de las plazas de toros. Y con las mascarillas todavía como requisito indispensable para comunicarnos entre nosotros. La televisión no era ajena a esa obligación y así se emitieron los primeros programas hasta que las circunstancias comenzaron a ser favorables.
Desde entonces hasta hoy, cuatro temporadas han pasado. Manteniendo constante una ilusión y un compromiso con el toreo de esta tierra. Recorriendo la provincia plaza a plaza, adentrándose en el impresionante y desconocido campo bravo de Jaén, sintiendo la bravura en las calles de nuestros pueblos donde existe una tauromaquia autóctona que nos diferencia del resto de España, recogiendo el testimonio de las figuras del toreo pero también de aquellos que empiezan a dar sus primeros pasos. Y por supuesto, dando voz al aficionado de esta tierra.
Todo eso ha sido posible semana a semana. Y lo ha hecho posible un equipo técnico y humano comprometido, eficiente y profesional donde hay que subrayar el sobreesfuerzo de Tomás Díaz Armenteros, haciendo su primera incursión en la información taurina dentro de su demostrada polivalencia.
Dicen que tener sueños y cumplirlos es una forma de darle sentido a una vida. Y un servidor, después de cien programas, puede dar fe que a veces los sueños se cumplen.
