La nueva película de Antonio Resines es una comedia que se estrenará el viernes sobre la compleja relación de un padre y una madre jubilados con sus hijos, pues pasan de ellos. Ingeniarán una trama para lograr que vuelvan a casa por navidad, una trama que se convierte en un lío... Un lío de unos cuantos millones.
Así se titula la película, de hecho, 'Un lío de millones', que Resines protagoniza junto con Gracia Olayo, Clara Lago y Alberto Olmo. En el reparto figura también el humorista Raúl Cimas.
Dirige Susan Béjar, lo que supone su debut en el largometraje. Escribió también el guión con Ángela Armero a partir de una película francesa que aborda lo mismo.
Directora y protagonistas han hablado con EFE este martes, tres días antes de un estreno sobre el que se han volcado expectativas altas porque tendrá lugar antes del sorteo de la lotería de navidad y del comienzo de las fiestas navideñas, época propicia para ir al cine en familia.
¿Padres contra hijos?
Cuenta Resines que 'Un lío de millones' aborda, esencialmente, la peripecia de un matrimonio jubilado que "se une contra los hijos" al comprobar que no les dan ni una pizca de cariño y que se acercan las celebraciones navideñas sin atisbos de que vayan a casa a estar con ellos.
"Están pasando de los padres como de la mierda, así que los padres dicen: 'vamos a darle de su propia medicina'", destaca. Esa medicina es simular que les ha tocado el 'Gordo'.
Se va construyendo entonces la comedia, una "catarsis" derivada de la mentira, en palabras de Olayo, que empuja otros cambios, en especial en las relaciones entre los personajes: la pareja de jubilados, encerrada en una rutina, de pronto "vuelve a mirarse y a seducirse, y lo tenían olvidado".
También se altera la relación con los hijos, y la relación entre hermanos. Ella es Clara Lago y él, Alberto Olmo.
Sostiene Lago al respecto: "Te tienes que poner -como actriz- al servicio de la historia y asumir que el público no siempre estará contigo".
Asoman la codicia y el egoísmo. De hecho, en palabras de Béjar, la directora, es "el egoísmo de los hijos lo que hace que todo se dispare, más que el dinero".
Complicidad en el rodaje
El rodaje, que se hizo en gran parte en Pamplona, facilitó el tono de la comedia debido a la complicidad que establecieron los actores y actrices, indica la cineasta.
Béjar puso énfasis en la "contención" para, por un lado, generar credibilidad, y por otro, evitar la caricatura.
Resines puntualiza que el tenor de la historia invitaba a interpretaciones más "exageradas", en lo que él mismo incurrió hasta que Béjar le frenaba. "Ese tono de mesura dentro del disparate creo que es lo hace creíble la historia", a su entender.
El momento del estreno
Clara Lago no duda en afirmar que la elección de la fecha del estreno ha sido un acierto. Según subraya, la posproducción de una película puede ser fácilmente de un año, pero en 'Un lío de millones' duró seis meses con el objetivo de desembarcar en las salas dos días antes el sorteo de la lotería de navidad y cuatro antes de la Nochebuena.
Tanto el reparto como la directora esperan que las fechas elegidas animen al público. Los pases privados hechos hasta las fechas apuntan al optimismo.
"Chicos y chicas que fueron solían decir que iban a llevar a sus padres a verla", se felicita Olayo