Según han dicho a Europa Press fuentes de la empresa, perteneciente al Grupo Sánchez-Ramade, la dirección de esta cadena dedicada a la comercialización de electrodomésticos e informática con sede central en Córdoba "transmitió este jueves su plan de viabilidad a la plataforma negociadora que representaba al 100 por 100 de la plantilla", un total de 56 representante sindicales de toda España, de entre los que se han elegido ya a los nueve que conformarán "el comité de negociación" del citado plan de viabilidad.
La negociación del mismo, según la compañía, comenzará "de manera inminente", a la vez que sigue en marcha el "proceso de refinanciación de la deuda" de Urende, cifrada en unos 180 millones de euros y contraída en su mayor parte con entidades financieras. Dicho proceso se desarrolla en el marco del preconcurso de acreedores al que se acogió la propia empresa el pasado 9 de junio, con un plazo legal de cuatro meses para que Urende negocie con sus acreedores fórmulas para el pago de su deuda, antes de éstos o Urende insten el concurso de acreedores propiamente dicho.
Entre tanto, comenzará la negociación del citado plan de viabilidad, es decir, Urende, según aseguran las mismas fuentes de la empresa, está "tratando de buscar soluciones para dar continuidad a la compañía", no queriendo detallar la empresa la reducción, en número de tiendas y de puestos de trabajo, que conllevará aplicar dicho plan, que ahora negociará con los trabajadores y que supone apostar por la gama blanca, las nuevas tecnologías y los servicios, para reflotar la empresa.
POSTURA DE CCOO
Por su parte y en declaraciones a Europa Press, el secretario de Acción Sindical del Sindicato Provincial de Comercio, Hostelería y Turismo (Sicoht) de CCOO-Córdoba, Francisco Ramírez, ha señalado que el plan de viabilidad presentado por la empresa, en líneas generales, persigue "reducir la plantilla entorno a un 70 por ciento", lo que supondría el despido, vía expediente de regulación de empleo (ERE) de unos 450 trabajadores.
Quedarían en nómina, por tanto, cerca de 280 empleados y se cerrarán 16 de las 22 tiendas, "sin que todavía sepamos cuáles de forma concreta serían las afectadas, según el plan de la empresa, que lo dará a conocer completo en todos sus detalles este próximo lunes al comité de negociación", que está integrado por tres representantes de CCOO, tres de UGT y otros tres independientes.
En cualquier caso, según Ramírez, "CCOO y UGT estamos de acuerdo en la defensa de los intereses de los trabajadores de Urende", porque, según ha subrayado el sindicalista, "los trabajadores no pueden pagar la mala gestión de la empresa, que ha llegado tarde para solucionar" la situación.
Por eso, el responsable de CCOO ha anunciado que su sindicato, en el marco del proceso negociador del plan de viabilidad que se abre este lunes, intentará "salvar el mayor número posible de puestos de trabajo y que quienes salgan, lo hagan en las mejores condiciones", por lo que exigirán a la empresa que pague 45 días por año trabajado y no los 20 que ofrece.
Según Ramírez, la empresa ha explicado las líneas generales del plan de viabilidad, del que se conocerán más detalles el próximo lunes. Junto al cierre de algunas de las tiendas de la cadena y el despido de trabajadores y trabajadoras, la empresa propone apostar por la gama blanca, las nuevas tecnologías y los servicios para reflotar la empresa, que el pasado junio se acogía al artículo 3,5 de la Ley Concursal con el objetivo de renegociar su deuda, la mayor parte de ella, con entidades bancarias.
