Mientras el portavoz de este colectivo, Rafael Palomo, habla de puñetazos en la boca, tortazos en la cara y "patadas gratuitas" de los agentes a los "indignados", la Policía ha negado a Efe que haya existido carga policial, y asegura que la actuación consistió en retirar a los jóvenes uno por uno a la plaza próxima.
Los "indignados" decidieron ayer sentarse en la puerta de entrada y salida de vehículos del CIE para evitar la deportación del joven argelino Sid Hamed Bouziane, de 28 años, porque "significaría su condena a muerte", ya que sostienen que sería encerrado por las autoridades del país o asesinado por los rebeldes.
Según Palomo, la Policía pidió a los "indignados" que se movieran porque obstaculizaban la entrada al CIE, y ellos decidieron quedarse en el lugar y hacer "resistencia pacífica" cogidos de brazos y piernas, por lo que los agentes se los llevaron "uno por uno", a algunos de ellos arrastrados.
El traslado fue un "espectáculo de violencia sin ningún tipo de control" por el que el Movimiento del 15-M ha anunciado que va a interponer una denuncia.
Entre los seis heridos, uno recibió dos puntos de sutura en el labio y otro perdió unos segundos la conciencia, según Palomo.
Los "indignados" decidieron pasar la noche en la Plaza de Capuchinos, que está delante del CIE, y "sellada" por la Policía, ha señalado, aspecto sobre el que un portavoz de la Comisaría ha indicado a Efe que existe un dispositivo de vigilancia.
El joven argelino Sid Hamed Bouziane, que al salir de la cárcel se embarcó en una patera y llegó a España, era un rebelde hasta que fue detenido por la Policía militar hace tres años.
La asamblea del 15-M solicita asilo político por razones humanitarias para Bouziane, que las autoridades argelinas pretendían que fuera su informador y le obligaron a aceptar su ingreso en la policía militar como infiltrado.
El colectivo resalta que ningún preso puede estar encerrado más de sesenta días sin que se presenten cargos y llama la atención sobre las condiciones en las que se encuentran internados los inmigrantes en el CIE de Málaga.
