Las causas por delito incoadas en 2010 fueron 4.472.042, es decir 276.871 menos de las registradas el año anterior, una “significativa disminución” que, a juicio de la Fiscalía, apunta a una tendencia descendente de la criminalidad.
Por provincias, las diligencias incoadas descendieron en 34, entre ellas Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla, y aumentaron en otras 16, como Cantabria, Islas Baleares o Murcia.
En esa bajada global la novedad más destacable la protagonizaron en 2010 los procedimientos por hurtos, que se redujeron casi un 13 por ciento respecto a 2009, y de robo con fuerza en las cosas, con un descenso del 14,90 por ciento, que llega al 20,89 en el caso de los robos con violencia o intimidación.
No ocurre lo mismo con los procedimientos por estafa, blanqueo de capitales y falsedad, así como con los relacionados con fraudes a la Hacienda Pública y la Seguridad Social, que son los que registran un incremento más acusado –del 40,87% respecto a la cifra de 2009–.
Un dato que, según la Fiscalía, revela la mayor actividad de la Justicia frente a la “delincuencia de cuello blanco”, que crece en estrecha relación con la actual situación de grave crisis económica que, en el contexto europeo y mundial, atraviesa la sociedad española.
Los comportamientos delictivos que mayor incidencia tienen en la seguridad ciudadana experimentan también una acentuada disminución, como los delitos de asesinato y homicidio intencionados, que bajaron un 3,4%, pasando de 1.378 en 2009 a 1.331 en 2010.