La oleada de atentados se ha producido a apenas una semana de la celebración de la cumbre de la Liga Árabe en Bagdad, la primera en este país en cerca de 20 años y que está considerada el 'debut' regional de Irak en la arena internacional desde la retirada de las tropas estadounidense, el pasado mes de diciembre.
"El objetivo de los ataques de hoy es presentar una imagen negativa de la seguridad en Irak", declaró a Reuters el portavoz del Gobierno, Ali al Dabbagh. "Se van a aumentar los esfuerzos en seguridad para contraatacar a los grupos terroristas y para cubrir las lagunas de que se sirven para infiltrarse en los servicios de seguridad, ya sea en Bagdad o en otras provincias", añadió.
El ataque más mortífero tuvo lugar en Kerbala, donde dos explosiones causaron la muerte de al menos 13 personas y heridas a 48, según informó un portavoz del departamento de salud de esta ciudad sagrada chií del sur de Irak, Yamal Mahdi.
En Kirkuk, en el norte, la explosión de un coche bomba cerca de una comisaría de Policía ha causado nueve muertos y 42 heridos, según fuentes médicas y policiales. En el centro de la capital iraquí, Bagdad, un coche bomba junto a los edificios del consejo provincial causó cuatro muertos y once heridos.
También se han registrado explosiones en Baiyi, Baaquba, Samarra, Tuz Jurmato, Kirkuk, Daquq, Mosul, Dibis y Dhuluiya, todas al norte de Bagdad, así como en Ramadi y Faluya (oeste) y en Hilla, Latifiya y Mahmudiya, en el sur. Aparte, la Policía ha informado del hallazgo y la desactivación de ocho bombas en Baaquba y de la desactivación de otras bombas en Faluya y en Mosul. La mayoría de las explosiones se produjeron junto a retenes y patrullas de la Policía.