Estos tres espacios se han visto beneficiados por el Decreto 51/2012, de 29 de febrero, en el que incluyen como BIC dentro del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz el legado patrimonial de los lugares que se vincularon históricamente a la Cortes de San Fernando y la proclamación de la Constitución Española de 1812 de Cádiz, popularmente conocida como La Pepa y que esta semana ha vivido los fastos de sus conmemoración.
La categoría de BIC para la Iglesia de San Juan Bautista obedece al hecho de que, aún sin estar terminada, fue utilizada en aquella época por las tropas francesas como uno de los cuarteles durante su estancia en Chiclana. Se trata de una iglesia barroca del siglo XVII que fue levantada sobre las ruinas de una iglesia anterior. Está organizada mediante las clásicas pilastras adosadas de orden jónico con guirnaldas, y la portada es de dos cuerpos de altura, la baja con parejas de columnas corintias en zig-zag.
En cuanto a la Loma del Puerco, hay que reseñar que ha sido incluida por parte de la Consejería de Cultura dentro del Patrimonio andaluz en el apartado de arquitectura defensiva. Cabe recordar que en dicho enclave se libró lo que se conoció como la Batalla de Chiclana, que supuso una victoria técnica española pero que no logró levantar el sitio francés de Cádiz. En este sentido, se ha escogido una zona simbólica que se corresponde con el parque urbano.
Por último, se incluye dentro del listado todo el entramado de caños y marismas que comparten los términos municipales de Chiclana, Puerto Real y San Fernando, puesto que fueron claves a la hora de frenar el asedio de los franceses, que ante la imposibilidad de avanzar y debido a las dificultades que se encontraban en el terreno, sólo podían acceder a la Isla de León a través del Puente Zuazo, donde hubo una fuerte resistencia a la invasión de las tropas napoleónicas.
El castillo de Sancti Petri recibe también la misma consideración
El Catálogo General del Patrimonio Andaluz también recoge como legado del 200 aniversario de La Pepa el castillo de Sancti Petri, por cuya explotación han abierto un frente común en los últimas semanas tanto el Ayuntamiento chiclanero, como el de San Fernando.
Sobre todo por el hecho de que tras la restauración del mismo y después de una importante inversión, se han empezado a apreciar evidentes signos de abandono ante la falta de mantenimiento del monumento.Una de las razones por las que la Consejería lo ha declarado BIC ha sido por el hecho de que se trató de una zona defensiva clave por mar durante el asedio, no sólo por la presencia del castillo, sino por las tres baterías localizadas en el islote de Sancti Petri. No sólo servían para la vigilancia del acceso al caño, sino que también estaban preparadas para atacar al enemigo que ya hubiese penetrado.