El 18 de julio de 1936 las tropas del Ejército de África con Francisco Franco al frente se sublevan contra el gobierno democrático instaurado años antes. La II República pasaba a mejor vida años más tarde y comenzaría una etapa negra en la Historia de España. El 17 de marzo de 1936 se publicó el decreto de convocatoria las últimas elecciones locales donde alcaldes de los 41 pueblos de la provincia, más los pedáneos, se nombraron como regidores, aunque no llegaron a estar mucho tiempo en el cargo.
La represión se cebó con ellos y 23 fueron asesinados y, de éstos, 21 lo fueron en los meses inmediatamente posteriores al golpe de Estado, víctimas de la represión fascista, sin juicio previo ni consejo de guerra. A día de hoy los restos de nueve continúan sin hallarse.
Sobre esta etapa convulsa y desconocida de la democracia española, anterior al franquismo, poco se ha sabido, ya que las dudas son frecuentes sobre qué ocurrió realmente en cada caso, qué hicieron estos alcaldes por su municipio o qué pasó con sus familias posteriormente. Todas está cuestiones y más se han podido desvelar en dos volúmenes de una obra coordinada por Santiago Moreno Tello, historiador que ha profundizado, junto a una serie de autores, en las intimidades de cada pueblo para sacar a la luz la relevancia que tuvieron los regidores en cada caso.
La destrucción de la Democracia: Vida y muerte de los alcaldes del Frente Popular en la provincia de Cádiz es la obra que se publicara hace unos meses por parte de la Consejería de Gobernación y Justicia, aunque en principio era la Diputación Provincial la que iba a ser cargo de la misma, y que recoge la historia de los regidores y de su labor al frente de sus gobierno. Esta publicación tenía como contexto “el 80 aniversario de la proclamación de la II República”, como cuenta su autor, “los 75 años del golpe de estado” y otros tantos de la celebración de la Asamblea Magna de alcaldes. Este último hecho, quizás el menos recordado, hizo posible el entendimiento entre municipio para poder sufragar las necesidades existentes “en una época de crisis como la actual, tras el famoso Crack del 29”.
Para Moreno “este es un trabajo de búsqueda en archivo y en gente que ya lo tenía hecho, se estaba haciendo o estaba por hacer”, constituyéndose como la primera obra a nivel provincial de la vida y obra de los últimos alcaldes republicanos. “Cada alcalde es un mundo”, comentaba el coordinador de la obra, mientras recordaba cada caso que había investigado con gran emoción, “en algunos archivos era muy complicado investigar, en otros no estaba muy claro, incluso en algunos ni había”.
Sin embargo el trabajo salió adelante y se pueden leer casos e historias como la del propio Manuel de la Pinta. Alcalde de la capital, que antes fuera edil, pero con un marcado carácter populista. De la Pinta, miembro de Izquierda Republicana, en el momento de la sublevación se hallaba en Madrid realizando unas oposiciones “que las aprobó”, y cuando volvía hacia Cádiz el tren se paró en Córdoba, donde permaneció un par de meses durante la Guerra Civil, “realizando sus labores de médico”. Unos requetés lo reconocieron, “lo detuvieron y después lo fusilaron”. El cuerpo fue reclamado por la familia de Paco Alba, “que era su cuñado”, y tuvo su sepelio.
Entre otros casos, uno de los más curiosos se daba con el alcalde pedáneo de Barbate (entonces dependiente de Vejer) y que tenía “un gran proyecto entre manos para la localidad y fue el encargado de iniciar los trámites para la segregación”. Tato Anglada fue detenido “después de intentar, junto a su familia, escapar en una barca a Tánger pero el patrón dudó en el último momento y con la excusa de no tener combustible regresó a Barbate sin resistencia”, según cuenta Moreno en su libro y como decía su familia, su defecto era ser “crédulo con las personas” y aquella indecisión le terminaría por costar la vida. Años después su mujer, que se fue de la ciudad, “tuvo el valor suficiente para volver al pueblo y reclamar lo que, por derecho propio, le pertenecía”.
La Asamblea Magna de alcaldes de la provincia que se celebró el 12 de julio de 1936 en el edificio que actualmente alberga Diputación, antes Gobernación, es la historia de lo que pudo ser y no fue. Todos los alcaldes de la provincia, salvo el que no pudo por causa justificada, acudieron a la llamada para exponer “el mismo día que se alzó por ver primera la bandera andaluza en San Juan de Dios, con la presencia de Blas Infante”, cada proyecto acabado, realizándose o sin empezar en los diferentes municipios.
“Quedaron en poner un fondo común para poder correr con los gastos de las diferentes obras”, sin embargo a los pocos días el Golpe de Estado cercenó los proyectos de los regidores. Uno de los motivos principales para unirse fue el desempleo, “curiosamente tiene muchas similitudes con la época actual”, cita Moreno quien ve, entre otras cosas, una diferencia principal: “antes se creía en la política”.
La obra espera financiación para una nueva edición, tras ser repartida entre familiares de los últimos alcaldes democráticos que tuvo la República.
Alcaldes republicanos
-Antonio Gallego (Alcalá de los Gazules)
-Cándido Martín (Alcalá del Valle)
-Ignacio Girón Romero (Algar)
-Salvador Montesinos (Algeciras)
-Antonio Valle Marchena (Algodonales)
-Alfonso Arroyal Cañas (Arcos)
-Francisco Tato Anglada (Barbate)
-Benito Muñoz Medina (Los Barrios)
-Juan Bascuñana Estudillo (Benalup)
-José Pérez del Puerto (Benaocaz)
-Antonio Garrido Jiménez (Bornos)
-Manuel Ardila Valenzuela (El Bosque)
-Manuel de la Pinta Leal (Cádiz)
-José Ruiz Vázquez (Castellar)
-Javier de la Cruz Cortijo (Chiclana)
-Manuel Mirand de Sardi (Chipiona)
-José Camelo Ramírez (Conil)
-Antonio Mancheño Lozano (Espera)
-Miguel Zambrana Atienza (El Gastor)
-Andrés Peña Ruiz (Grazalema)
-Antonio Oliver Villanueva (Jerez)
-Cristobal Vera Saraiba (Jimena)
-José Agüero Baro (La Línea)
-Angel Ruiz Enciso (Medina Sidonia:)
-José María Sánchez Reviriego (Olvera)
-Ramón Dávila Díaz (Paterna de Rivera)
-Hilario Gutiérrez García (Prado del Rey)
-Manuel Fernández Moro (El Puerto)
-José Mª Fernández Gómez (Puerto Real)
-Miguel Rodríguez Rivera y José Orta Rebollo (Puerto Serrano)
-Carlos González Camoyán (Rota)
-Cayetano Roldán Moreno (San Fernando)
-Antonio Galiardo y Luis Ortega (San Roque)
-Bienvenido Chamorro Merino (Sanlúcar)
-Manuel Gómez Benítez (Setenil)
-Amador Mora Rojas (Tarifa)
-Pedro Pérez Álvarez (Torre Alháquime)
-Juan Galán Barba (Trebujena)
-Manuel Arenas Guerrero (Ubrique)
-Francisco Salgueiro (Vejer de la Frontera)
-Juan Gutiérrez (Villaluenga del Rosario)
-Fernando Redondo Soto y José Morillo Campo (Villamartín)
-Juan Borrego Collado (Zahara de la Sierra)