“No sabemos lo que tenemos”. Con esa frase pronunciada por un socio del Club Náutico de Gallineras se resume lo que se ve sólo con llegar a la costa de la Real Isla de León y darse cuenta de lo mucho que se puede hacer si San Fernando no hubiera vivido de espaldas al mar desde tiempo inmemorial y siga viviendo con la vista puesta en otros horizontes.
Ha sido una oportunidad casi fallida más para conocer el potencial del caño de Sancti Petri, de aguas mansas, de la misma forma que los pescadores y gente de mar que vive en la Casería o utilizan las instalaciones de Puente de Hierro, lo conocen, aunque no comprenden cómo no se aprovecha turística y deportivamente.
La Mancomunidad de Municipios de la Bahía de Cádiz, junto con el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y la Escuela de vela Zaida organizaron este sábado una concentración de vela ligera en el Club náutico de Gallineras desde las 10.30 a 13.30 horas para todos los niños, fueran socios o no que quieran asistir. Consistía en unas clases teóricas y prácticas (incluyendo navegación) sobre el manejo de la vela ligera y el objetivo no era otro que presentarlo como un juego para que los niños se aficionen a la navegación, aunque con las explicaciones pertinentes de los monitores de los peligros del mar.
El problema es que la iniciativa se presentó en la mañana del viernes, con lo que los periódicos no podían anunciarlo y de los 300 niños que se esperaban sólo acudieron una sexta parte. Y eso con mucha suerte.
El Ayuntamiento conocía la realización del curso desde la Feria, pero había que pedir permiso y entre una cosa y otra, no estuvo todo en orden hasta el viernes. Tarde. Demasiado tarde, pero había que hacerlo antes del 31 de julio para no perder la subvención.
La delegada de Deportes, María Jesús Ortega, se lamentó de las circunstancias, pero anunció las iniciativas que se llevan a cabo con el Náutico de Gallineras y la disposición a organizar más cursos y promociones. Lo de una escuela de vela, ya es otro cantar, pero está sobre la mesa.
Mientras tanto queda la frase del socio anónimo. “No sabemos lo que tenemos” para descifrar qué es lo que la ciudad no ha tenido en estos años. Esto es, iniciativas de gran calado que sobrepasen los esfuerzos que han estado haciendo y hacen los clubes de pesca o de piragüismo para aprovechar el potencial de los caños. Que es casi infinito.