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Sábado 18/05/2024
 

Andalucía

Ni Oliver Wyman despeja las dudas sobre Unicaja

Medel reconoce que hay que redefinir el proyecto de la fusión

  • Griñán y Medel -

Decía el martes el presidente de Unicaja, Braulio Medel, que el proyecto de fusión de su entidad con Ceisss (CajaDuero-España) había que “redefinirse” y no es para menos después de la ruptura de Ibercaja-Liberbank. Ni los datos del test de estrés de Oliver Wyman salvan el futuro de Unicaja: aunque su futura fusión pudiera soportar el escenario más adverso, lo cierto es que la entidad de Medel tiene que absorber 1.269 millones de pérdidas y eso, en el escenario más benevolente.

El propio Medel lo ha reconocido: la distribución de cargas entre acreedores y accionistas, y el traspaso de los peores activos de la Ceisss al futuro Unicaja Banco preocupan, sobre todo cuando hay que adaptarse a las nuevas condiciones europeas tras el rescate financiero y cuando “todo está en fase de idea, pero no concretado”.

Lo cierto es que las presiones de Medel ya consiguieron desbloquear la fusión de CajaDuero-España con Unicaja hace meses cuando el FROB, Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, aceptó conceder al futuro banco una línea de crédito de 1.025 millones, mediante emisión de bonos convertibles.

Pero además de esta línea de crédito especial, Unicaja tiene que bandear ciertos números que, aunque suscritos por el FROB, sí que están en la cuenta de balances del Ceiss: 525 millones a través de participaciones preferentes y 475 millones en bonos convertibles. Aunque quedasen en la cuenta del Ceiss, su distribución en la futura entidad no convence al malagueño, que ya tuvo que aceptar casi a regañadientes que el peso de su Unicaja en el futuro banco fuera sólo del 30%.

A pesar de que el test de solvencia de Oliver Wyman considera que Unicaja Banco podría salir adelante sin apoyarse en ayudas públicas, lo cierto es que los números de CajaDuero-España indican todo lo contrario, cifras que no han escapado ni a la atención de la Junta, defensora de la única caja que le queda en Andalucía y con cuyo presidente, José Antonio Griñán, se reunía esta semana Medel para “intercambiar opiniones de la situación económica y financiera”.

Según Wyman, Ceiss requeriría 1.269 millones de ayudas públicas en el escenario más benévolo y 2.063 en el más adverso, y sus ratios de morosidad, cuentas de resultado y activos inmobiliarios hacen temblar hasta los cimientos de la fusión y el futuro de su compañera de viaje, que no es otra que Unicaja.

La ruptura de la fusión Ibercaja-Liberbank abre un precedente que Unicaja puede imitar si las cuentas no le cuadran y esperar a que el Gobierno salve, él solo, a Ceiss.

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