El fiscal ha pedido hoy que se prorrogue otros dos años la prisión preventiva del joven que, el pasado 29 de noviembre, fue declarado culpable de asesinato por el atropello intencionado de un hombre tras una discusión entre dos grupos en un salón de celebraciones de Sevilla.
Fuentes del caso han informado a Efe de que la magistrada que presidió el juicio con jurado ha celebrado una comparecencia, con asistencia del acusado, para decidir sobre la prórroga de su prisión preventiva dado que ahora se cumplen los dos primeros años del atropello ocurrido en la madrugada del 12 de diciembre de 2010.
La Fiscalía y las dos acusaciones particulares han pedido que esa medida se prorrogue los dos años legalmente previstos, dado que la futura sentencia será recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) por la defensa del acusado.
En su veredicto, el jurado calificó los hechos como un asesinato, en contra de la defensa, que consideró que fue un homicidio imprudente y un atropello accidental debido a que era de noche y el acusado circulaba sin las luces de su coche dado que huía de varios agresores.
El fiscal y las acusaciones particulares que ejercen los familiares de la víctima pidieron, en consecuencia, una condena de 18 y 21 años de cárcel para el procesado Juan Francisco G.D., de 27 años, sobre lo que se pronunciará la sentencia que emita la magistrada presidente.
El atropello ocurrió hacia las 3 de la madrugada del 12 de diciembre del 2010 junto a un local de celebraciones del Polígono Store de Sevilla, donde coincidieron las cenas de Navidad de tres empresas, entre dos de las cuales se entablaron varias peleas cuando empezó la barra libre.
Según los hechos declarados probados, el acusado se subió a su coche e hizo varios acelerones y frenadas ante el grupo rival, tras lo cual detuvo su coche tras un camión, esperó y arrancó de nuevo cuando vio pasar al peatón y le alcanzó intencionadamente.
La víctima, Manuel Alías García, salió despedido y falleció por traumatismo craneoencefálico, en un atropello que el acusado explicó diciendo que no lo vio al ser de noche, circular con las luces apagadas y dado que en ese momento estaba mirando hacia atrás huyendo de quienes golpeaban su coche.