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Sábado 04/05/2024  

Torremolinos

El Ayuntamiento de Torremolinos acoge la capilla ardiente de Marifé de Triana

El alcalde, Pedro Fernández Montes, ha declarado que “la muerte de Marifé de Triana supone la pérdida de una gran artista y una gran actriz pero, sobre todo, de una extraordinaria persona".

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  • Durante el acto como Turista de Honor (archivo). -

El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Torremolinos acogerá desde este mediodía la Capilla Ardiente de María Felisa Martínez López, conocida mundialmente como “Marifé de Triana”, a modo de reconocimiento oficial de cariño y respeto a la artista, ilustre vecina del municipio desde hace años y fallecida en la madrugada de hoy sábado 16 de febrero, a los 76 años.

 

El fallecimiento de la artista tuvo lugar a la seis de la madrugada de hoy en el hospital Xanit de la vecina localidad de Benalmádena y los restos mortales de la artista serán trasladados a Torremolinos, donde residía Marifé de Triana, en cuyo Ayuntamiento, concretamente en el Salón de Plenos, se instalará la Capilla Ardiente, desde este mediodía hasta las 21,00 horas, y mañana domingo, desde las 9,00 hasta las 12,30 horas, cuando se procederá al traslado del féretro a la iglesia San Miguel para su posterior entierro, en el cementerio del mismo nombre, donde reposan los restos de su esposo.

 

El alcalde de Torremolinos, Pedro Fernández Montes, ha declarado esta mañana que “la muerte de Marifé de Triana supone la pérdida de una gran artista y una gran actriz pero para las personas que la han conocido, entre las que me cabe el honor de encontrarme, su muerte representa la desaparición de una extraordinaria persona; una mujer muy sencilla, que nunca presumió de lo grande que era; una persona muy correcta, culta y muy humana, que también fue una devota esposa, siendo un auténtico ejemplo de comportamiento a lo largo de toda su vida. Ella eligió Torremolinos para vivir los últimos años de su vida y es aquí donde va a descansar ya en paz para siempre”.

 

Querida y especialmente admirada en Torremolinos desde que decidiera fijar su residencia en el municipio, Marifé hizo gala a menudo de su gran cariño a la ciudad que la acogió y en la que, perfectamente integrada, compartió los últimos años de vida de su marido, José María Alonso Calvo, fallecido a los 85 años en Torremolinos y con quien estuvo casada 45 años.

 

El Ayuntamiento de Torremolinos, en justo reconocimiento a la extraordinaria importancia de esta artista, bautizó con su nombre una gran avenida donde, precisamente, se encuentra ubicada la vivienda que ocupaba esta inigualable intérprete cuya desaparición representa un antes y un después en la historia de la copla de nuestro país.

 

Asimismo, el Ayuntamiento quiso también destacar su afecto y admiración por la intérprete nombrándola en 2003 “Turista de Honor” en la tradicional jornada del “Día del Turista”, cuando María Felisa recibió orgullosa en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, donde ahora reposarán sus restos mortales, el galardón, de manos del alcalde, Pedro Fernández Montes, y el cariño de los numerosos ciudadanos que quisieron con su presencia respaldar la iniciativa municipal.

 

En aquella ocasión, el Ayuntamiento de Torremolinos pudo el acento en destacar del perfil de Marifé el hecho de que se tratara de “una artista que se ha hecho a sí misma”, así como su extraordinaria fortaleza para ir superando las enormes dificultades a las que se enfrentó en su camino hacia el éxito.

Biografía

 

María Felisa Martínez López nació en el pueblo sevillano de Burguillos el 13 de septiembre de 1936. Pasó sus primeros años en el populoso arrabal de Triana de Sevilla, de donde tomaría su apellido artístico.

 

Su padre murió cuando ella contaba solo 9 años de edad y a los 12 Marifé abandonó sus estudios para comenzar a introducirse en el mundo del arte.

 

Trasladada la familia a Madrid, se fue despertando en ella la afición a cantar que había sentido desde niña. Y, tras un corto periodo de estudios en academias de canto, entre ellas las primeras lecciones musicales en la academia del Maestro Alcántara, saltó al mundo del arte y la canción folclórica debutando en la emisora Radio Nacional de España de la mano de David Cubedo, quien la “bautizó” artísticamente como “Marifé de Triana" en su primera actuación en Radiotelevisión Española.

 

Se sacó el carnet de artista a los 13 años, aunque el mínimo de edad fuera 16, y ese mismo día fue contratada para un espectáculo en el Cine Pizarro de Madrid, donde conoció a Ricardo Freire (compositor y pianista).

 

Recorrió la geografía española como integrante de diversas compañías de variedades, entre ellas el Teatro Chino de Manolita Chen, en la que actuó entre 1950 y 1952 y donde interpretaba los éxitos de las grandes estrellas de la copla del momento, entre ellas su admirada Juana Reina. Más adelante actuó en espectáculos como "Polizontes del cante", cuya estrella principal era Niño de Orihuela, y "Padre Virtudes", de Pepe Mairena.

 

En todo caso, sus comienzos fueron duros, ya que no contó con más ayuda que la fe en sí misma y su arte.

 

 

Su gran oportunidad le llegó cuando el promotor de espectáculos Juan Carcellé la contrató tras verla actuar en una localidad cercana a Madrid, comentando: "Jamás nadie ha cantado como esta mujer. Ella es la renovación absoluta de la canción andaluza".

También la Niña de los Peines (Pastora Pavón) descubrió el gran talento de Marifé cuando, con tal solo 22 años, se refirió a ella diciendo: "Marifé de Triana ha empezado por donde otros artistas acaban."

 

Así, presentada por Carcellé, debutó en el madrileño Coliseo de Price y encabezando un espectáculo de variedades en el que interpretó de forma magistral la copla andaluza, logrando un éxito rotundo.

 

El escritor Álvaro Retana la vio así: "Linda y joven, acusaba cierto temperamento artístico, acentuado al colocarse bajo la advocación del trío Quintero, León y Quiroga".

 

Perfeccionando su mímica y consagrándose en la copla, Marifé logró estar en cartel durante tres meses consecutivos, algo insólito en aquellos tiempos.

Las puertas del éxito estaban abiertas para la sevillana, siendo desde ese instante su carrera una de las más vertiginosas que se han conocido en el mundo de la copla. De hecho, las casas discográficas se disputaban su contrato, y en 1956 apareció su primer disco, que constituyó un gran éxito con la canción "Torre de arena", de Lladrés, Manuel Gordillo y Sarmiento.

 

Marifé de Triana iba despuntando como actriz de la canción, con unas dotes extraordinarias y una voz clara y potente, dominadora de todas las situaciones líricas.

 

"Torre de Arena" ocupó el primer lugar en las listas de los discos más vendidos de los años 50 y 60, un impacto desconocido como no fuese en Concha Piquer, Antoñita Moreno o Juana Reina.

 

A raíz del enorme éxito discográfico, Marifé de Triana formó como empresa de su propio espectáculo el titulado "Torre de Arena", recorriendo los principales teatros de toda España durante más de dos años ininterrumpidos en clamoroso éxito y estableciendo también un éxito de continuidad sin precedentes en el teatro español.

 

Después fue apreciada como "La actriz de la copla", calificándola así la prensa de toda España, título que Marifé de Triana llevó en su corazón con el máximo orgullo.

 

A partir de entonces se sucedieron sus éxitos de forma ininterrumpida, ocupando en aquellos años el primer puesto en la canción española y andaluza.

 

"Torre de arena", "La loba", "13 de mayo", "Romance de Zamarrilla" o "Quién dijo pena" destacaban entre sus muchos éxitos, aunque prácticamente triunfaba todo lo que grababa. No obstante, sería  probablemente "María de la O" (1961) su canción más popular, una canción que fue popularizada y escrita para la genial Estrellita Castro con anterioridad a la Guerra Civil. De ella diría: "Si me dieran un ultimátum y tuviera que quedarme con una canción, me quedaría con 'María de la O".

 

Se suceden uno tras otro sus espectáculos, destacando, después de "Torre de Arena", "La Emperaora", "La sombra", "Carrusel de España", "Coplas al viento", "La maestra Giraldilla", "Torre de Coplas", "La niña de Agualucero", "Embajadora de España", "La cantaora", "El café del Taranto", "María Maletilla", "Cabalgata"... etcétera, y entre espectáculo y espectáculo, Marifé realizó giras internacionales por México, Venezuela, Argentina, Perú, Chile, Francia, Bélgica, Alemania, Holanda, Suiza, Inglaterra y Estados Unidos, actuando en los teatros más prestigiosos y cadenas de televisión de estos países, así como en TVE (España).

 

A raíz de esta espectacular oleada de éxitos rápidamente llegó la oferta para hacer cine, interpretando dos películas que supusieron también un notable éxito de taquilla: "Canto para ti" y "Bajo el cielo andaluz".

 

Años después (2008) Marifé de Triana confesaría: "Mi gran ilusión hubiera sido ser actriz, siempre que me hubieran educado para ello".

 

Artista de singulares condiciones, temperamental y humana, Marifé sumó multitud de premios y galardones, imposible de enumerar, premios nacionales y extranjeros, aunque el que ella consideró en sincera estima fue el otorgado por la Sociedad General de Autores de España, en reconocimiento a sus valiosos méritos como artista única en su estilo.

 

Su calidad humana y su cercanía la hicieron ganadora del cariño y el aprecio de la gente, además de por su impecable carrera musical y aportación al género andaluz.

 

Fue la primera intérprete de copla que grabó un LP de canciones mexicanas: "Marifé canta a México" (1974) y, entre otras singularidades, nunca escuchó sus propias grabaciones porque, como reconoció reiteradamente, lo que realmente le gustaba era "interpretar y enfrentarse al público".

 

Tras décadas de altibajos emocionales con José María Alonso Calvo, se casó en Madrid el 7 de octubre de 1982 con el poeta, al que conocía desde el 5 de octubre de 1963, cuando lo contrató como recitador para uno de sus espectáculos.

 

Tras la muerte de Rafael de León formó grupo con el músico Rafael Rabay, quien compuso muchas de sus canciones, caso de "Encrucijada" (1981), o "Vendedora de coplas" (1989), con indudable éxito.

 

Al año siguiente el Ayuntamiento de Burguillos rotuló con el nombre de la artista una céntrica calle de su pueblo natal. Fue todo un acontecimiento popular en el que quedó demostrado el amor que sus paisanos profesaban a su más popular artista.

 

Su último disco fue editado en 2001 ("Porque...") y, desde entonces,  la artista decidió dedicarse a su vida privada, aunque en momentos puntuales actuó en programas de televisión, siempre apoyando y apostando por los nuevos valores de la copla.

 

Su esposo José María falleció el 26 de abril de 2008 a los 85 años de edad y al año siguiente, el 24 de julio de 2009, tuvo recibió en su amado barrio de Triana una homenaje consistente en el descubrimiento de una placa en la calle donde residió durante años y creación de un certamen de copla con su nombre, donde se estrenó una canción dedicada a ella titulada "Ay, Marifé", interpretada por la cantante sevillana Cristina Crespo y compuesta por los autores Francisco Miguel Alegre, Juan Eduardo Peso y David Díaz.

 

Medalla de Oro al Mérito del Trabajo

 

El 14 de diciembre de 2011 recibió en la Subdelegación del Gobierno de Málaga la Medalla de Oro al Mérito del Trabajo que le concedió el Consejo de Ministros, acto al que asistió el alcalde de Torremolinos, Pedro Fernández Montes.

 

“Es un día muy importante y la verdad es que me siento muy satisfecha, porque creo que no merezco este galardón”, afirmó horas después desde su casa en Torremolinos, donde dijo afrontar “con más fuerza” esa nueva etapa tras lograr superar una dura enfermedad.

 

«Llevaba mucho tiempo enferma, pero afortunadamente ya ha desaparecido. El oncólogo me llamó el pasado 31 de mayo y me dijo llorando que la analítica estaba perfecta. Ahora me siento muy bien y, gracias a Dios, de todo se va saliendo, aunque la quimioterapia te deja alguna secuela», relataba aquel día la tonadillera.

 

‘Actriz de la Copla’

 

Marifé de Triana, denominada por los estudiosos como "La Actriz de la Copla", aportó al género un total de 540 coplas nuevas, en su mayoría creación del trío de ases Quintero, León y Quiroga, en el que Antonio Quintero y Manuel Quiroga ponían música a los versos del poeta andaluz Rafael de León.

 

Fue la gran revolucionaria y creadora del género. Destacada y admirada por su interpretación, Marifé de Triana consiguió a través de sus facultades interpretativas y su voz andaluza llevar a la cúspide el género folclórico. Una brillante carrera discográfica avala la labor de esta artista sevillana, que sirvió de referente a generaciones posteriores (Rocío Jurado, Isabel Pantoja, Pasión Vega, Diana Navarro, Nieves Hidalgo...) y ahora, a su muerte, sigue siendo el mayor referente para las nuevas generaciones.

 

Hace más de diez años desde la última vez que Marifé se subió a un escenario, algo que ella misma admitió no echar de menos: “Todo tiene un principio y un final en la vida y hay que saber retirarse en el momento apropiado y el artista debe saber aceptarlo. Es imposible cantar igual con veinte o treinta años que con sesenta,  y eso el artista lo tiene que ver y asimilar. Llega un momento en que hay que retirarse; yo lo hice como lo más normal del mundo”, explicó

Marifé de Triana desde su residencia en Torremolinos donde esta trabajadora incansable resumió así su dedicación al mundo del espectáculo: “Una cosa que hice con toda la ilusión del mundo; siempre puse toda la carne en el asador y jamás me eché atrás. Ha sido toda una vida entregada a algo que amaba con todas mis fuerzas”.

 

Marifé recordaba también sus “enormes” ganas de ser artista siendo una niña; sus primeros tanteos con la voz en la casa de su abuela: «Yo le decía: Madre María, usted póngase ahí y cuando aparezca yo, me aplaude. Después le cantaba esta canción de Estrellita Castro... Los claveles los llevo en la cara porque me los siembra la gracia de Dios. A mi abuela le encantaba, pero ya cuando me hice artista no quería que estuviera en ese mundo. Siempre estaba en el camerino, nunca salió a verme a un palco…”.

 

Y recordaba también que un golpe especialmente duro fue el fallecimiento de su esposo, José María Alonso: “Lo más importante de mi vida y a quien levaré para siempre en el corazón. Mi marido siempre ha sido lo primero; lo más grande. Lo demás ha sido secundario”, recalcó la sevillana, quien dedicó a su pareja una copla titulada "Compañero".

 

La grabó en 1969 y fue compuesta por Rafael de León y Juan Solano, que contaban en la misma la agonía de una persona que sufría a la espera de que volviese su amado.

 

Cuentan que al marido de Marifé, José María Alonso Calvo, le encantaba que la artista se la cantase al oído….

 

 

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