El hombre cuyo cadáver fue hallado el pasado lunes en la planta de tratamiento de residuos de la localidad granadina de Vélez de Benaudalla pertenece a un ciudadano finlandés de 28 años, según ha podido averiguar la Guardia Civil a través de la identificación de sus huellas dactilares.
El fallecido llegó a la planta de tratamiento dentro de un camión de basuras procedente de Almuñécar, al que se cree que cayó por accidente, y no tenía domicilio conocido sino que transitaba por varios municipios de la costa cuando sucedieron los hechos, según han explicado a Europa Press fuentes de la Guardia Civil.
El análisis de las huellas dactilares ha sido realizado por la Policía Judicial de la Guardia Civil en el Laboratorio de Criminalística de la Comandancia. Su identificación ha sido posible gracias a que la Policía Nacional abrió un expediente al fallecido por motivos que no han trascendido, por lo que sus datos personales se encontraban en la base de datos que compartes ambos cuerpos.
Dado que se trata de un ciudadano extranjero, ahora se iniciará el protocolo para localizar a algún familiar que se haga cargo de su cadáver, para lo que se iniciarán contactos con las embajadas y consulados correspondientes.
La autopsia revela que todas las heridas que presentaba el cadáver se produjeron tras la muerte, lo que evidencia que no murió por una causa violenta ni fue arrojado al camión de basuras por una tercera persona, sino que todo apunta a un "accidente".
El cadáver fue hallado por un operario de la planta en la cinta de selección de residuos reciclables.
