Los tesorilleros merecen más

Hablar de mala suerte quizás es buscar una excusa cuando no sale un resultado o una forma de restar méritos a lo que hace un equipo sobre el terreno de juego pero lo que le está ocurriendo en las últimas semanas al Tesorillo es para hacérselo mirar.

Los locales merecieron más ayer ante el Arcos, que se presentaba en La Era con la posibilidad de colocarse líder en solitario tras el también empate sin goles del Algeciras en Punta Umbría.

Y es que quizás al cuadro arcense le pudo más el querer que el poder pues apenas sí inquietó la meta de un Miguel Rivas que tuvo un mediodía algo más tranquilo de lo esperado.

El conjunto de Manolín Sánchez salió muy serio al terreno de juego, sabiendo qué tenía que hacer y, también, con la lección aprendida de que tenían que hacer la machada para seguir soñando con la permanencia, más si cabe cuando en los encuentros ante Isla Cristina y Bornense acabaron empatando cuando en el último minuto ganaban.

De esta manera comenzó el duelo y el primer en avisar fue el conjunto de casa con una falta de Fiera al que Leñero respondió parando en dos tiempos y evitando que en el primer rechace llegase Carenote, que anduvo listo para desmarcarse aunque llegó tarde por un segundo.

La réplica llegó en el 8’ con un centro chut de Archi al que no llegó ningún compañero.

Tras estos primeros escarceos, el juego se niveló aunque el empuje de los de casa hacía que el balón estuviera más en terreno rival, lo que les permitía no pasar apuros en la zona defensiva.

Con Santi como stopper en el centro del campo, el Tesorillo ganó en seguridad -casi actuó como libre por delante de la línea de zagueros-, pero también en ataque pues de él partieron muchos balones, como el que puso a Carenote en el 15’, pero el canterano, cuando iba a encarar a Leñero se dejó el balón atrás.

El Arcos no terminaba de zafarse de la presión de los de Manolín Sánchez ya que tanto Sotelo como Zúñiga y Venegas apenas sí tocaban el esférico y cuando lo hacían siempre tenían la marca de un jugador amarillo encima.

Un disparo de Selu (28’) que se marchó desviado fue la última ocasión, por decirlo así de la primera parte, aunque cabe reseñar que Sotelo, en el 33’, tocó el primer balón. Fue en un centro que peinó ligeramente con la puntera de la bota y que le llegó sin problemas a Miguel Rivas.

Tras el descanso, el Arcos pareció salir con más ambición pero curiosamente pudo llegar antes el 1-0 en un zapatazo casi desde el centro del campo de Carenote, que vio a Leñero adelantado, pero que el meta desvió lo justo para evitar el tanto (51’).

Pero la ocasión más clara del choque para los tesorilleros llegó en el 57’ cuando Fiera se fue por velocidad de su par y se plantó ante el meta rival. Sin embargo, pese a sortearle por encima con un sutil toque la pelota se marchó fuera.

Esta oportunidad pareció, por unos minutos, condenar al Tesorillo, que tuvo una caída de tensión y quedó como grogui. El Arcos comenzó a empujar y en el 67’ pudieron hacer el 0-1 en una jugada de Venegas, que tras regatear al borde del área llegó hasta Miguel Rivas pero su lanzamiento cruzado se marchó fuera por centímetros.. Quién también pudo marcar para los del Barbadillo fue Vito en un remate de cabeza (71’) al que respondió muy bien el meta local junto a la raya de gol.

Gracias... al campo
Juan Manuel Jiménez Maqui, técnico del Arcos, dijo entre semana que le preocupaba el estado del campo que quizás le podría perjudicar pero al final tuvo que darle las gracias ya que en el 89’ jugó a su favor. Piñero se fue por la banda completamente solo y con Fiera y Carenote esperando su centro al área también libres de marca, pero el balón le botó mal y en vez de ir a sus compañeros fue a parar a las manos de Leñero.