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Provincia de Granada

El jurado declara culpable de asesinato al acusado de matar de una paliza a su novia

El jurado no ha estimado ninguna de las alegaciones del letrado defensor, y ha considerado no probado que hubiera consumido sustancias estupefacientes y que quedara inconsciente tras recibir supuestamente de Mónica el golpe de una piedra en la cabeza

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  • Juicio. -

El jurado encargado de enjuiciar en la Audiencia de Granada al joven acusado de asesinar de una paliza a la que era su novia, Mónica Carrión, en Otura (Granada), el 19 de julio de 2011, cuando ella tenía 18 años, lo ha declarado, por unanimidad, culpable de los hechos y de causarle la muerte "con el propósito de aumentar su sufrimiento y aprovechando su absoluta imposibilidad de defensa", según el veredicto dado a primera hora de esta tarde.

   Tras la lectura de la decisión del tribunal popular, la Fiscalía ha mantenido su petición de condena para el procesado, Javier B.R., alias 'El murciano', de un total de 25 años de prisión, por un delito de asesinato con las agravantes de alevosía, ensañamiento, parentesco y aprovechamiento de las circunstancias del lugar, y el pago indemnizaciones de 252.000 euros para sus familiares, a los que solicita además que el acusado no se aproxime ni comunique por un periodo de 30 años.

   Tanto la acusación particular, que representa a la familia de la víctima, como las tres acusaciones populares personadas (Abogacía del Estado, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Otura), se han adherido a la solicitud del Ministerio Fiscal, mientras que la defensa se ha reafirmado en lo que ya pedía desde un primer momento, cinco años de prisión por homicidio, con las atenuantes de actuar bajo los efectos de las drogas y el alcohol, arrebato y auxilio a la joven.

   Sin embargo, el jurado no ha estimado ninguna de las alegaciones del letrado defensor, y ha considerado no probado que hubiera consumido sustancias estupefacientes y que quedara inconsciente tras recibir supuestamente de Mónica el golpe de una piedra en la cabeza.

   Por contra, sí que ha estimado que la joven fue agredida hasta la muerte en un descampado de Otura, aprovechando de que se trataba de una "zona despoblada y sin visibilidad", valiéndose el procesado además de su fortaleza superior y de su conocimiento de artes marciales como el 'kick-boxing' o el 'full contact'.

   Además, lo hizo, teniendo en cuenta que el informe forense reveló un total de 200 golpes en el cuerpo de la joven, "con el propósito de aumentar su sufrimiento" y dejándola "sin posibilidad de defensa".

   Tras la lectura del veredicto, el magistrado-presidente del tribunal ha pedido a las acusaciones y la defensa que se pronuncien sobre la posibilidad de prórroga o no de la prisión preventiva del acusado, ya que el próximo mes de julio se cumple el plazo de dos años previsto. Teniendo en cuenta la resolución del jurado,  la Fiscalía, la acusación particular y las populares han interesado esa prórroga, y la defensa tampoco se ha opuesto a ese trámite.

   Así las cosas, el magistrado ha comunicado al inculpado, de 23 años, que en próximas fechas se hará pública la sentencia que le imponga una condena de acuerdo a la resolución del jurado.

POSICIÓN DE LA FISCALÍA

   En su alegato final, la Fiscalía ya enmarcó lo ocurrido en un "crimen tan atroz y cruel" que es "imposible" permanecer impasible y no "conmoverse" y explicó que en este caso hay "cuatro ideas" claras, que han quedado a su entender acreditadas durante la vista oral: Que el acusado, Javier B.R., mató a Mónica; que lo hizo "a base de golpes"; que su víctima "no pudo defenderse"; y que el presunto asesino no padece ninguna enfermedad mental ni estaba afectado aquel día de la ingesta de alcohol y drogas, en contra de lo que defiende su letrado.

   "Sabía lo que hacía y lo hizo porque quería hacerlo", sostuvo la fiscal, quien recordó que Mónica ingresó ya muerta en el Hospital Clínico, adonde su novio la llevó, con un total de 200 lesiones. Según el Ministerio Público, el acusado "chantajeaba emocionalmente" a su novia, que estaba ya "harta" de sus "celos injustificados" y sus "promesas de cambio" y que decidió romper la relación. De hecho, el mismo día de su muerte escribió a las 14,06 un mensaje de texto a su móvil en el que le decía que quería "dejarlo" porque "ya no aguantaba más". "Vamos a acabar ya con esto", le escribió. Sin embargo, Javier "no lo acepta" y decidió "arreglárselas" para encontrarse e intentar reconciliarse con la joven, con quien pasó la tarde.

   Tras marcharse en el coche con él, Javier vio algo "que no le gustó", y que él asoció con un mordisco en el cuerpo de Mónica de otra persona y, "movido por sus celos", decidió llevarla al descampado al que en otras ocasiones ya la había trasladado para obligarla a pedirle perdón. Una vez allí, y dentro del coche comenzó una "discusión" con la joven y Javier "explotó" porque se estaba dando cuenta de que Mónica insistía en dejar la relación.

   Empezó a agredirla en el interior del vehículo, hasta que Mónica logró salir, "porque no tenía otra escapatoria". Sin embargo, Javier la siguió golpeando, hasta en 200 ocasiones, dos de las cuales fueron las que la dejaron sin posibilidad de defensa y provocaron su muerte, datada por los forenses entre las 21,30 y las 22,00 horas. A las 22,16, el acusado llamó a su madre, y media hora después a los padres de Mónica, cuando ya estaba en el Hospital, diciéndoles que habían sido víctimas de un asalto por parte de un grupo de personas, una "coartada" porque él "ya sabía que estaba muerta".

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