Con una aplastante mayoría, los trabajadores de Refinería La Rábida de Cepsa que acudieron este lunes a la llamada del comité de empresa para votar la convocatoria de huelga en el próximo mes de agosto han dicho sí al paro laboral en protesta por en plan de reestructuración que está acometiendo la petrolera en todos sus centros.
De hecho, el 91,07% de los trabajadores que acudieron a la asamblea votaron sí a la huelga, frente al 3,57% de los votos del no, de modo que con el respaldo de los trabajadores, el comité de empresa convocará una huelga del 14 al 18 de agosto, en las mismas fechas que la tienen convocadas otras refinerías del grupo (Tenerife y Gibraltar-San Roque) y las oficinas centrales de Madrid.
En concreto, acudieron a asamblea, celebrada en sesiones de mañana y tarde en la sede de UGT en la capital onubense, 113 trabajadores, de los que 102 votaron a favor de la convocatoria de huelga, cuatro en contra, más seis abstenciones y un voto nulo.
El motivo, como ya han explicado en otras ocasiones en Viva Huelva, no es otro que “la política de recortes de Cepsa en seguridad y empleo, los traslados en masa de trabajadores a una filial de Cepsa Madrid con peores condiciones laborales y sin representación de los trabajadores, la cesión ilegal de personal a otras empresas del grupo, etc.”, explica el comité de empresa en un escrito al que ha tenido acceso este periódico.
El “apoyo” de la plantilla
Tras cuatro concentraciones y manifestaciones tanto en la capital onubense como en Palos, el siguiente paso es la huelga, que cuenta con el respaldo de los trabajadores. Por ello, el comité de empresa agradece el “apoyo” del personal a sus planteamientos, “encaminados a defender el empleo, las condiciones laborales, la seguridad en las instalaciones y los derechos de los trabajadores”.
El comité de empresa volverá a reunirse este jueves para ratificar la decisión de la asamblea de trabajadores en un acta, paso previo para formalizar la convocatoria de huelga en al Delegación de Empleo de la Junta de Andalucía.
Esta convocatoria viene precedida de varias protestas -tanto de los trabajadores de Refinería, como de sus dos otros centros en Huelva (Petronuba y Cepsa Química) y de las contratas- que han caído en saco rato, ya que hasta el momento la empresa no ha dado un paso atrás en su plan de reestructuración.