“Es increíble lo barato que sale matar a una persona”

Dos semanas después de conocerse la sentencia del crimen del botellódromo, la familia de Jairo Gómez, el menor apuñalado mortalmente en una pelea en las explanadas de Chiribitos habilitadas para beber alcohol en julio de 2012  sigue sin digerir  el fallo judicial y ya ha dado instrucciones a su abogado, Alfredo Velloso, para que recurra la sentencia. Rocío, una de las hermanas del adolescente, está indignada desde que el jurado en su veredicto considerara que J.D. era “culpable de homicidio” y absolviera al otro procesado. Además, al aceptar los miembros del jurado las eximentes incompletas de “miedo insuperable” y  “legítima defensa”, la pena de prisión dictada por el juez no podría superar los siete años y medio.
Para su sorpresa, como relata este  familiar, el magistrado no sólo no aceptó la solicitud de acusación y Fiscalía pidiendo que en esta horquilla aplicara “lo máximo que permite la ley”, es decir, siete años y medio (ambas partes habían reclamado asesinato, lo que hubiera elevado la pena a más de 15 años), sino que finalmente en el fallo el magistrado ha condenado al autor de la muerte de Jairo a cinco años.
Una cifra a la que hay que descontar el año y tres meses que el joven lleva ya en la carcel. “Es increíble lo barato que sale matar a otra persona, y que encima yo me tenga que encontrar al que han absuelto por la zona donde vivo riéndose”, señala la hermana del fallecido. Asimismo, en casa de Jairo tampoco entienden cómo el juez ha considerado en la sentencia como “hechos probados” el que fuera el menor el que “primero pinchara a Jaime” y, por tanto, este último le arrebatara el arma, como así aseguró en el juicio. “Esa es la versión del acusado, no hay ningún testigo que viera a mi hermano pinchar primero a Jaime. Al contrario, hay dos testigos a los que yo ni siquiera conocía y a los que se ha intentado desacreditar que dijeron muy bien que este chico  (por Jaime) sacó la navaja del bolsillo trasero del pantalón con la mano derecha, lo mismo que él le dijo a la Policía en el hospital en la declaración que se anuló por no estar su abogado presente”, concluye.