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Arcos

“No me propongo una meta, ni un pregón es el final del camino”

Con la antelación que merecen estas citas, el Consejo Local de Hermandades y Cofradías de Arcos desvelaba el nombre del pregonero de la próxima Semana Santa, el cofrade arcense afincado en Sevilla por motivos laborales José Carlos Navas Collantes, hermano de las de San Antonio y la patrona de la ciu

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  • José Carlos Navas Collantes. -

El órgano cofrade eligió el acogedor salón de la capilla de La Misericordia para elevar las primeras enhorabuenas al pregonero después de las candidaturas presentadas por las hermandades de San Antonio y Tres Caídas.


A pesar del tiempo que tiene por delante, en la vida y para el pregón, José Carlos asegura tener ya escrita una página y media, que no es nada, o tal vez mucho para haber recibido su nombramiento hace unos días cuando disfrutaba del sol de octubre en la playa.  Su pregón, escuchada ya su presentación de la mano del Consejo, ya promete palabras de cariño, de admiración y devoción.

—Tu ligazón con las hermandades es obvia y se remonta a tu infancia, pero ¿cómo surge tu nombramiento como pregonero de la Semana Santa del próximo año?
—Se puso en contacto conmigo la Hermana Mayor de Hermandad de San Antonio y me propuso presentarme al Consejo de Hermandades y Cofradías como candidato para pregonar la Semana Santa. Le dije que lo reflexionaría. Más tarde volvimos a dialogar sobre el tema y la respuesta por mi parte fue afirmativa. Posteriormente recibí la llamada del Vicepresidente del Consejo local de Hermandades y Cofradías, D. Luis Reyes, y me comunicó que había sido designado pregonero. Esto me llenó de alegría y de cierto temor ante tal compromiso. Pregonar la Semana Santa de Arcos, o de cualquier otro lugar, requiere cualidades para las que todos no estamos lo suficientemente preparados para esta misión: vida de fe, formación teológica, conocimiento experiencial del lugar y saber escribir con holgura lo que se piensa y se siente.


—Tu historial académico, religioso e incluso sentimental pasa por el colegio La Salle. ¿Estará presente de algún modo esa experiencia y ese sentimiento lasaliano en tu pregón? Fuiste presidente del grupo joven del colegio…
—Estoy orgulloso de haber sido educado en las Escuelas Cristianas de los Hermanos de La Salle. Agradezco a mis padres que pensaron en una educación integral, en valores y de calidad. Mi padre y mis hermanas son antiguos alumnos de este colegio católico. Recuerdo con mucho cariño esta etapa de mi vida  como catequista y Presidente de la Asociación Juvenil Salle-Joven. Fue una época que marcó mi vida, preparábamos con dedicación los días San Juan Bautista de La Salle, de la Inmaculada, el mes de Mayo dedicado a la Santísima Virgen María, comprometidos con la ONG Proyde, realizábamos convivencias durante el año de fines de semana y de verano con otros alumnos y colegios de La Salle de Andalucía. Éramos más de un centenar de jóvenes lasalianos arcenses, unidos en la Salle. La reflexión-oración de la mañana la recuerdo como algo entrañable y en mi corazón quedan el afecto a los profesores y  el cariño a los Hermanos: Silvano de Frutos, Lorenzo, José María (me preparó para la Primera Comunión), Eduardo Combarros, Valentín y José Arjona ( hoy sacerdote diocesano). También soy antiguo alumno de las Hijas de María Auxiliadora de la Calle Corredera. Aquí realicé los cursos de infantil, la devoción a la Virgen nos la inculcaron con verdadero amor.


—Desde hace doce años resides en Sevilla, ¿te ha apartado este hecho de algún modo del ambiente cofrade de tu ciudad?  También habrás tomado nota de la Semana Santa sevillana…
—Sí, las obligaciones laborales y compromisos que he ido adquiriendo en estos años hacen que no esté tan presente en Arcos de la Frontera como me gustaría. La distancia geográfica no supone un obstáculo para mi devoción hacia las sagradas imágenes de la Iglesia arcense. Éstas están muy presentes en las adversidades y en las alegrías. Soy puntual el Martes Santo en San Francisco para acompañar, junto con mi familia, a María Santísima de la Paz tras su hijo Atado a la Columna. Ni tampoco falto a la cita con nuestra Patrona, Nuestra Señora de las Nieves, cada cinco de agosto. Están en mi corazón las avemarías al cuadro mariano que presidía en la habitación de mi abuela Concha Rey Millán. En Sevilla soy Hermano desde hace unos años de la Hermandad de gloria de Nuestra Señora del Amparo, Patrona de la feligresía de la Parroquia de Santa María Magdalena. La Semana Santa en Sevilla se vive durante todo el año y las Hermandades trabajan en tres pilares fundamentales: formación, culto y caridad. Son muchas las obras asistenciales que realizan en la ciudad hispalense y provincia. La Estación de Penitencia es el principal culto externo de las corporaciones cofradieras, pero cuentan con numerosos actos religiosos a lo largo del año: novenas, quinarios, triduos, rosarios de la aurora, besamanos, etc. Los cultos a los Sagrados titulares son muy cuidados y de gran belleza. Esto me llamó mucho la atención cuando llegué a Sevilla, me gusta que se realice la liturgia con gran respeto y unción. Rara es la cofradía que no tenga alguna acción social hacia los hermanos más desfavorecidos.


—Hermano de San Antonio, de las Nieves… ¿Por dónde marchan tus principales sentimientos cofrades? ¿Qué es lo que más te llama la atención de nuestra Semana Santa?
—Soy Hermano de San Antonio desde pequeño, también de la Hermandad de Nuestra Señora de las Nieves. Sabemos que el centro de la vida cristiana es Jesucristo, pero la figura de la Madre está alentando siempre al creyente en el seguimiento de su Hijo. A Ella encomiendo mi vida, mi trabajo, mi familia, mis amigos y mis hermandades. La presencia maternal de la Virgen María me hace mucho bien. Es la figura del acompañamiento cristiano, la mediadora eficaz ante Jesucristo, el modelo de la vida evangélica... Sobre nuestra Semana Santa me llama mucho la atención la singularidad como nuestro pueblo vive estos acontecimientos salvíficos. Los armaos, posiblemente provenía de una antigua tradición de la tribu de los gomeles, la forma de llevar los pasos, en definitiva nuestra propia forma, el sello de nuestra tierra, de nuestra devoción.


—¿Crees que está todo dicho sobre la Semana Mayor, o siempre quedan aspectos que descubrir?
—Creo que en cualquier aspecto de la vida, nunca está todo dicho. Hay cosas que vamos descubriendo día a día, la historia no es algo muerto, es dinámica, acontecimientos que hacen renovarnos, etc. La verdad que conocemos los cristianos es Jesucristo resucitado y esto es el fundamento de nuestra fe. El Espíritu Santo nos actualiza el ser creyente y por tanto nos anima a vivir el evangelio en el contexto actual. Cada celebración de la Semana Santa es diferente por el correr de la historia. Las Hermandades nos pueden ayudar a vivir la santa presencia de Dios en la calle. Los bellos rincones de Arcos ayudan a la contemplación de los pasos de misterio. Cada año me gusta vivir  las cofradías en sitios distintos, me actualizan las escenas evangélicas de la Pasión del Señor.


—¿Cuál es tu opinión general sobre nuestra Semana Santa y los actos que se celebran en la ciudad en torno a ella?
—El conjunto histórico de nuestra ciudad es marco idóneo para el transcurso de las procesiones de las Hermandades. Creo que los actos religiosos que organizan las Cofradías cumplen con lo establecido en sus reglas: quinarios, triduos, funciones principales, besamanos, besapies, desfile procesional etc. Echo de menos actos conjuntos de las Hermandades en fechas importantes. Me hubiese gustado que con motivo del Año de la Fe se hubiese realizado algo extraordinario: procesión magna, vía lucis, que hubiese procesionado de manera extraordinaria el Dulce Nombre, San Antonio y la Virgen de las Nieves en el Corpus Christi como antiguamente; el día de la Inmaculada me extraña que no se organice algún acto entre todas las Hermandades, en muchos lugares se realizan vigilias conjuntas, salidas procesionales etc. Creo que serían acontecimientos que fortalecerían aún más la unión de las Hermandades y Cofradías arcenses. Es muy importante que se cuide el elemento joven y el contacto con otras Hermandades de la Diócesis.


—¿Qué buscarás con tu pregón? ¿Dónde se sitúa tu meta a la hora de dirigirte a los arcenses?
—El objetivo del pregón de la Semana Santa es anunciar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Es el anuncio de los acontecimientos clave para nuestra salvación. Ayudaré a despertar la devoción entrañable hacia las imágenes veneradas de Arcos de la Frontera y trataré de ofrecer el testimonio de fe que tengo como cofrade. Será un pregón de historia cristiana arcense, de evocaciones, de anuncio, de Palabra de Vida Eterna. No me propongo una meta, ni un pregón es el final del camino de un cofrade, simplemente trataré de compartir mis ser cristiano hoy. Gracias a muchos creyentes auténticos de nuestro pueblo, en la actualidad podemos disfrutar de la belleza de las imágenes religiosas en estos días señalados de la historia cristiana.


—¿Cómo ha reaccionado tu entorno cuando ha conocido que pregonarás la Semana Santa? Supongo que familiares, amigos o compañeros se te habrán brindado de alguna manera…
—Mi entorno está emocionado, contento y alegre, será porque yo estoy preocupado por escribir e ir dando forma al texto que compartiré con los arcenses en la próxima cuaresma. A mi familia le ha agradado mucho este nombramiento y la Hermandad de San Antonio está orgullosa de que un hermano de la corporación del Martes Santo sea el pregonero de la Semana Santa 2014, se ha puesto en disposición de ayudarme para este cometido. Amigos y compañeros de La Salle de Arcos me han llamado o se han puesto en contacto a través de redes sociales para felicitarme y ofrecerse a lo que necesite. Mi Hermandad de Sevilla (Ntra. Sra. del Amparo) me ha escrito una carta de felicitación. Les estoy muy agradecido a todos/as. En esta primera quincena de noviembre iré a la Aldea del Rocío con buenos amigos de Almonte, pertenecientes a la Hermandad Matriz; me han invitado para consagrarme a Nuestra Sra. del Rocío, encomendar esta labor y sobre todo pedirle templanza a la hora de ir escribiendo y dando forma al texto. Ya en diciembre la Hermandad de Ntra. Sra. del Carmen de Calatrava (Sevilla) también ha querido tener un detalle y organizará un acto en el que me entregarán el escapulario de la Santísima Virgen para que me acompañe mientras escribo y el día del pregón. En Sevilla es propio que el pregonero organice una convivencia con amigos del movimiento cofrade para celebrar este compromiso, así lo haré. En Arcos me gustaría organizar algo relacionado con el pregón también, para las Hermandades, un encuentro o convivencia y que tuviese un carácter relacionado con la acción social. Para mí es muy importante acompañar gestos religiosos con gestos solidarios o de caridad. Es dar sentido a las cosas que hacemos los cristianos para ayudar a las personas más desfavorecidas.


—Ya posees una importante experiencia en el atril porque has pronunciado más de una exaltación, ¿te sientes nervioso por la trascendencia de la cita?
—Presentación Pregón de Semana Santa del estudiante cofrade lasaliano. Arcos de la Frontera. Teatro La Salle Fundación Moreno Bachiller. Año 2000. Pregón Semana Santa del estudiante cofrade lasaliano. Arcos de la Frontera. Teatro La Salle Fundación Moreno Bachiller. Año 2001.Presentación I Exaltación a María Santísima de la Paz. Parroquia de San Francisco de Asís. Arcos de la Frontera. Año 2001. Presentación Pregón de Semana Santa del estudiante cofrade lasaliano. Arcos de la Frontera. Teatro La Salle Fundación Moreno Bachiller. Año 2002. Pregón oficial de la Semana Santa de Ubrique. Iglesia de Jesús Nazareno. Año 2003. Presentación pregón oficial de la Semana Santa de Ubrique. Iglesia de Jesús Nazareno. Año 2004.Pregón de Semana Santa del Colegio La Salle-Felipe Benito. Sevilla. Año 2007. Ser el pregonero de la Semana Santa de Arcos de la Frontera es un honor, un privilegio, pero también una responsabilidad muy importante porque el pregón es abrir el corazón, el alma de mi persona a Arcos, emocionalmente es algo bastante fuerte, es compartir lo que uno tiene dentro. Nervioso no estoy, siento un respeto enorme.


—¿Qué tal tu vida en Sevilla?
—Sevilla es una ciudad muy acogedora y alegre, amiga de la fiesta y de la vida en la calle;  vivo en la calle Feria. Son ya doce años viviendo en la ciudad del Guadalquivir. Aquí ejerzo mi profesión como trabajador social. Cuento con muy buenos amigos sevillanos, muchos de ellos tienen cargo de responsabilidad en parroquias y cofradías. Tengo la suerte de trabajar en lo que me gusta, es mi vocación. Salgo temprano de casa y prácticamente no vuelvo hasta el anochecer; trabajo, reuniones, hermandades y cofradías, amigos, actos benéficos y solidarios etc. Durante estos años he colaborado con numerosas Asociaciones, ONGs y administración autonómica a través de Programas y Proyectos de carácter social dirigidos a zonas con necesidades de transformación social de Sevilla. Participé en el rodaje del programa de televisión Callejeros en asentamientos de chabolas, conferencias formativas sobre mediación familiar, violencia de género, problemas psicosociales de la infancia y juventud, jornadas, exposiciones y desde hace diez años colaboro con la Plataforma de Mujeres Artistas Contra la Violencia de Género. Experiencias Internacionales han marcado mi vida, como viajar a Israel y Palestina, para conocer la problemática de las personas que viven en estos lugares a través de sus movimientos sociales. Vivir en Sevilla es una gran suerte desde todos los puntos de vista: cultural, religioso, político, social, etc.

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