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Alcalá la Real

¿Quién fue Manuel Cuenca Díaz?

Por iniciativa de los vecinos de Charilla, el pleno celebrado la pasada semana aprobaba por unanimidad la concesión del nombre de una calle de dicha aldea a Manuel Cuenca Díaz, pero ¿quién fue este hombre?

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Charilla rinde homenaje a Manuel Cuenca Díaz, alcalde pedáneo de la aldea en la década de los años 30 del siglo XX, por la labor realizada en el año 1936 en defensa de la vida de los vecinos de la citada aldea, proponiendo su nombre para que se denomine a una calle recientemente urbanizada.

El equipo de Gobierno local, ha alabado la forma en que los vecinos han rendido homenaje a título póstumo a su alcalde pedáneo y vecino, ya que a partir del conocimiento de la buena obra que este señor hizo por sus convecinos, ellos mismos se han movilizado para reunir 120 firmas y presentarlas ante la alcaldía de Alcalá junto a su propuesta y llevarla finalmente a pleno, donde se agradeció a los ciudadanos de la aldea el buen uso de las herramientas administrativas de las que disponen y se aprobó por unanimidad la tan buena y plausible intención de reconocimiento a este ciudadano ejemplar. Manuel Cuenca Díaz desarrolló en un año difícil, como fue 1936, una gran labor humanitaria y social en favor de los vecinos de Charilla, una buena acción que se perpetúa en la voz de la gente y que no lo olvida.

Era muy joven. Contaba sólo con dieciocho años cuando sus vecinos le propusieron como alcalde pedáneo de Charilla. Gobernó desde el frente republicano con gran proximidad hacia ellos y quienes le conocieron y convivieron con él, a lo largo de su corta vida, lo describían como un joven honrado, honesto y muy generoso. Fue zapatero de profesión, y de familia numerosa, seis hermanos y una hermana, muy humildes, pues sus padres, Manuel y Purificación, eran obreros del campo.


Siendo alcalde pedáneo un día sucedieron una serie de acontecimientos en Charilla que le llevaron a tomar una decisión responsable que salvó muchas vidas, sin distinción de afinidades políticas, y es la que hoy alaban y recuerdan sus vecinos. Después de aquello se alistó en el frente Este de Granada en Órgiva, donde ascendió a capitán. Un día de 1937-1938 llegó hasta Charilla la fatídica noticia: Manuel había fallecido en el frente.

La memoria histórica ha sido fiel con esta familia y les ha devuelto a sus calles, concretamente frente al lugar donde Manuel vivió en Charilla el renombre de este joven honesto, honrado y valiente que tan generosamente dio su vida por sus vecinos.

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