La plantilla del Hospital Blanca Paloma continúa con las protestas por el fin de concierto con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y alerta de las consecuencias que tendrá no sólo para ellos, sino para la sanidad onubense.
En la jornada de este martes se reunieron con el PP, con IU y con el alcalde, y protagonizaron una concentración a las puertas del Ayuntamiento capitalino.
Los trabajadores denuncian que, aunque el concierto finalizó el pasado 31 de enero, desde el 7 de noviembre el SAS dejó de derivar pacientes al hospital privado, de modo que “en estos tres meses cerca de 500 onubenses han podido dejar de recibir un ingreso hospitalario quirúrgico o de medicina interna, 1.500 ciudadanos de Huelva han podido engrosar las listas de espera quirúrgicas, y se han dejado de hacer en nuestra provincia cerca de 8.400 consultas de especialidades y más de 2.000 sesiones de rehabilitación a pacientes que las necesitaban”.
Además, según ha explicado a los periodistas la enfermera Mara González, “los pacientes están esperando, y tenemos equipos y quirófanos parados”, y lo que es peor, “están haciendo que el hospital se vaya muriendo poco a poco”.
Sobre el anuncio de Salud de que el concierto se ha prorrogado durante dos meses, asegura que no es cierto. De hecho, según explica el comité de empresa en el escrito entregado al alcalde, Pedro Rodríguez, “dicha prórroga vulnera lo contemplado al respecto en el concierto, y la empresa ha expresado su negativa por no ajustarse a las exigencias legales, ya que no abarca el año legalmente establecido y se alteran las características del concierto inicial”.
Además, recuerdan que la Blanca Paloma mantiene el concierto con el SAS desde hace 25 años, “goza de la certificación de máxima calidad de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (ACSA) de la Junta, y ahora dice la Consejería que no nos necesita”.
Una afirmación que no comparte el comité de empresa, ya que “todos sabemos que no se han aumentado los recursos sanitarios de nuestra provincia, que no se ha iniciado el hospital de la Sierra, que el de la Costa está parado, y que este año no hay presupuesto para él”.
Además, los trabajadores relatan que “los pacientes esperan y sabemos que nuestros compañeros del SAS están saturados”.
El esfuerzo de la plantilla
La plantilla de este centro privado sólo quiere que “alguien nos asegure nuestra continuidad aquí en Huelva porque la sanidad onubense lo necesita” y recuerdan que han renunciado a derechos laborales por la continuidad del hospital. “Todos los que trabajamos en la Blanca Paloma desde siempre hemos sido conscientes de que nuestros pacientes son de la sanidad pública y que nuestra financiación depende en más del 95 % de los presupuestos de la Junta de Andalucía, y por eso, desde 2011 hemos firmado un convenio colectivo con la congelación de nuestro salario, para con ello mejorar la competitividad de nuestro hospital, incrementar su productividad y aprovechar los recursos económicos que los andaluces destinan a la sanidad pública en una época de tanta crisis económica , conscientes de que es nuestra obligación arrimar el hombro”, puntualiza el comité de empresa.
Por ello, piden al alcalde, y a la ciudadanía en general, que “no deje quitar este hospital de los onubenses y nos ayude a los trabajadores a mantenerlo abierto, porque Huelva lo necesita”.