José María Gil-Sánchez, destacado técnico de los programas de conservación del lince ibérico en la última década, alerta en una entrevista con Efe de la disminución que ha sufrido la población silvestre de este felino como consecuencia de "erróneas" decisiones adoptadas por responsables de este proyecto.
Gil-Sánchez, quien tras más de doce años de servicio ininterrumpido abandonó el pasado 15 de diciembre el programa de conservación del lince ibérico de la Junta de Andalucía, "por presiones" de su director, Miguel Ángel Simón, ha explicado el retroceso sufrido por este felino en los últimos años en un escrito dirigido a científicos y responsables internacionales, nacionales y autonómicos de la conservación de esta especie.
Doctor en Biología por la Universidad de Granada, autor de más de treinta publicaciones en revistas de impacto científico y coordinador de equipos de campo que trabajan con el lince, Gil-Sánchez denuncia desde hace dos años lo que considera erróneas decisiones de Simón, en especial, la retirada de la alimentación suplementaria con la que se reforzaba las poblaciones silvestres de esta especie en peligro crítico de extinción.
Dos años después de su denuncia, los últimos censos de la Junta de Andalucía han constatado un descenso de las dos únicas poblaciones silvestres de lince ibérico: la de Andújar-Cardeña, en Sierra Morena, y la de Doñana-Aljarafe, en las provincias de Huelva y Sevilla.
En Andújar-Cardeña se censaron a final del pasado año 169 linces, 33 menos que hace dos años, mientras que la población de Doñana sumaba 85 ejemplares, tres menos que en 2011, pese a haberse reforzado con al menos dos linces procedentes de la cría en cautividad, según datos cotejados por Efe.
Aunque Gil-Sánchez ha rehusado facilitar datos sobre las actuales poblaciones silvestres de este felino sí ha destacado que "es fácil calcular" que su preocupante declive continuará en los próximos años, dada la pérdida de ejemplares, en especial de cachorros, que en Andújar-Cardeña ha sido de un 65 por ciento, según el censo de la Junta de Andalucía.
En su opinión, esta situación es especialmente preocupante en esta población, no sólo por la pérdida cuantitativa de ejemplares de lo que ha calificado como "el principal centro de cría de lince ibérico" sino porque la población de Andújar-Cardeña atesora la mayor reserva genética de este especie.
"Con cada lince que se pierde de esta población se pierde también una riqueza genética que es muy difícil, por no decir imposible recuperar; el lince está en una situación in extremis genéticamente hablando y cualquier medida de conservación que se tome en su ayuda, por muy polémica que parezca, es absolutamente necesaria", ha aseverado.
Por ello, Gil-Sánchez defendió el mantenimiento de la alimentación suplementaria para esta población -avalado por informes científicos- en contra de la opinión de Simón, quien decidió eliminarla en 2011 y ahora ha promovido el cese de este técnico.
Esta situación se ha agravado tras comprobarse en 2013 la aparición de una nueva cepa del virus de la enfermedad hemorrágico vírica, que ha mermado el número de conejos, principal alimento del lince.
"Mi expulsión es el colofón de estos dos últimos años en los que he sido objeto de un humillante acoso laboral por parte de Miguel Ángel Simón. Además, me echa en un momento crítico para los linces, en el que mi experiencia de doce años podría ser una importante contribución para su manejo", ha alegado Gil-Sánchez.
También ha denunciado que hace ya dos años advirtió a Simón de "la crisis demográfica" de la población de Andújar-Cardeña, a la vista de los "contundentes" indicadores y se ha lamentado de que sus informes "fueron ignorados hasta que ya ha sido demasiado tarde".
"Ahora se está poniendo un parche que le va a salir mucho más caro a la Administración y es posible que el programa LIFE "Iberlince" termine con menos ejemplares que cuando empezó. Este millonario proyecto sigue pidiendo a gritos una contundente intervención científico-técnica cualificada e independiente", ha concluido.