La Empresa Municipal de Vivienda, Suelo y Equipamiento de Sevilla (Emvisesa) ha elevado un escrito al Juzgado de Instrucción número 13 anunciando su decisión de "apartarse" de la causa incoada a cuenta de la denuncia promovida por esta misma sociedad municipal, contra las personas que ocuparon varias de las 220 viviendas protegidas construidas por dicha empresa en el antiguo barrio de Regiones Devastadas, rebautizado como Nuevo Amate. Así, y según este escrito fechado el 18 de febrero y recogido por Europa Press, Emvisesa renuncia "a la acción penal ejercitada" en su denuncia.
Esta decisión de Emvisesa fue formalizada cuatro días después de que las seis personas imputadas a cuenta de la denuncia de Emvisesa, de su lado, se desvinculasen ante la Gerencia de Urbanismo "de las denuncias y quejas presentadas por la Asociación Andaluza de Juristas Independientes 17 de Marzo ante la Fiscalía, el Juzgado de Guardia y el Defensor del Pueblo Andaluz", según este escrito también recogido por Europa Press.
Luis Duarte, abogado del colectivo de familias, manifiesta en ese sentido que, una vez apartada Emvisesa de las diligencias incoadas a cuenta de su propia denuncia, corresponde a la Fiscalía decidir si mantener su acusación y dejar que la causa siga viva, o retirarla para que las diligencias se extingan, toda vez que los seis imputados están llamados a declarar ante el Juzgado de Instrucción número 13 el próximo 29 de abril por la usurpación de las viviendas.
Cabe recordar que el Gobierno municipal del PP se había comprometido a retirar la denuncia promovida por Emvisesa contra este colectivo de personas, pero bajo la premisa de que quedasen anuladas también las acciones legales emprendidas contra la Policía Local como consecuencia de los rigores del cordón policial desplegado en torno al edificio en el que irrumpieron estas personas.
LA OCUPACIÓN DE NUEVO AMATE
El asunto está conectado con el proyecto promovido por el Ayuntamiento para regenerar por completo el antiguo barrio de Regiones Devastadas, ubicado en el distrito Cerro Amate y ahora rebautizado como Nuevo Amate. Las antiguas viviendas de protección oficial de este barrio fueron demolidas y en su lugar han sido levantados cinco edificios que contienen un total de 220 nuevas viviendas protegidas, todo ello de la mano de la Empresa Municipal de Vivienda, Suelo y Equipamiento de Sevilla.
Los inquilinos de las antiguas viviendas protegidas, todos ellos arrendatarios, fueron realojados en viviendas municipales como medida transitoria y a la espera de que las citadas 220 nuevas viviendas estuviesen a su disposición. Una vez listas las nuevas viviendas protegidas, el pasado mes de septiembre sólo 71 de los inquilinos recogieron las llaves de los pisos que les correspondían, porque buena parte de este colectivo de ciudadanos no ha ejercido su derecho a habitar estas viviendas y optan por permanecer en las viviendas de realojo que les fueron asignadas.
Bajo la premisa de la necesidad de contar con un techo y la ausencia de recursos económicos para tal aspecto, cinco familias accedieron a varias de las viviendas protegidas actualmente desocupadas en esta promoción, pero sin contar con relación contractual alguna con los pisos. Emvisesa, como titular de las viviendas, denunció la usurpación de las mismas e inmediatamente después fue desplegado un cordón policial que cosechó diversas críticas a cuenta de sus rigores y restricciones. Las familias abandonaron las viviendas después de que la denuncia de Emvisesa se tradujese en su imputación por un presunto delito de usurpación con el correspondiente llamamiento judicial.