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Huelva

Suspenden la declaración de los familiares Ruth Ortiz imputados por coacciones

La imposibilidad de comparecencia del abogado que ejerce la defensa de estas personas por cuestiones personales, tanto mañana como el jueves, ha motivado la suspensión, y se está a la espera del señalamiento de una nueva fecha

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Las declaraciones de siete familiares y amigos de Ruth Ortiz, madre de los dos hermanos asesinados en Córdoba por su padre, como imputados por un delito de coacciones tras ser denunciados por Rafael Bretón, hermano del asesino, previstas mañana en Huelva, se han suspendido.

Según han informado a Efe fuentes jurídicas, la imposibilidad de comparecencia del abogado que ejerce la defensa de estas personas por cuestiones personales, tanto mañana como el jueves, ha motivado la suspensión, y se está a la espera del señalamiento de una nueva fecha.

Las declaraciones se van a practicar en Huelva, donde residen la mayoría de los imputados, a pesar de que sea el Juzgado de Instrucción número 5 de Sevilla el que instruye el caso, después de que este haya librado un exhorto que les permite hacerlo.


Estas siete personas participaron en las concentraciones que se llevaron a cabo frente a la vivienda de Rafael Bretón en Tomares (Sevilla) cuando se estaba investigando la desaparición de los pequeños Ruth y José, de 6 y 2 años.

En mayo de 2013 el juzgado instructor los absolvió de una falta de coacciones a Rafael Bretón, después de admitir su recurso de apelación contra la sentencia que los condenaba al pago de una multa de 80 euros.

Sin embargo, el mes pasado, la Audiencia de Sevilla aceptó el recurso del abogado de Rafael Bretón, Simón Fernández Rebollo, y estableció que los hechos denunciados "revelan una entidad que los aleja de la simple falta" pues "no se trata de un mero, puntual y fugaz seguimiento ni de una sola concentración en las puertas de su domicilio" por lo que deberían de ser tramitados como un delito de coacciones y contra la integridad moral.

Rafael Bretón denunció que llevaba tiempo sufriendo una situación de acoso y que el 28 de mayo, desde las 21.35 horas hasta las 22.15, un grupo de personas se congregó en la puerta de su casa con micrófonos y gritando en voz alta contra él, su mujer y sus hijos menores, e incluso una persona se introdujo en el patio y dejó un cartel con las fotos de sus sobrinos desaparecidos.

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