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El CAI gana en casa al FC Barcelona, único equipo que se le resistía

os azulgranas solo mandaron en el marcador con la primera canasta de Juan Carlos Navarro y llegaron a igualarlo a falta de minuto y medio

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El CAI Zaragoza puso fin al dominio del FC Barcelona en el pabellón Príncipe Felipe, que desde 1990 no perdía en la capital aragonesa en la Liga ACB, y para poder conseguirlo tuvo que emplearse a fondo durante los cuarenta minutos de juego.

Los azulgranas solo mandaron en el marcador con la primera canasta de Juan Carlos Navarro y llegaron a igualarlo a falta de minuto y medio (76-76), en el momento más delicado que pasaron los zaragozanos, pero estos supieron rehacerse para sumar un nuevo hito en su corta historia en la elite del baloncesto español.

Desde el comienzo se sintió tanto en las gradas como en el parqué que se podía vivir una tarde histórica y los rojillos tuvieron que protagonizar uno de sus mejores partidos para conseguir imponerse a los azulgranas.

Los zaragozanos saltaron a la pista dispuestos a demostrarles a los barcelonistas que la victoria en la capital aragonesa se iba a pagar muy cara y el que la quisiera iba a tener que emplearse a fondo desde el comienzo.

Los azulgranas, en esta ocasión vestidos de completo amarillo con la cuatribarrada, únicamente fueron capaces de ponerse por delante con la primera canasta de Juan Carlos Navarro, a partir de ese momento fueron a remolque de los rojillos.

En la previa del encuentro, José Luis Abós pedía "intensidad y dureza" a sus jugadores y todos sus hombres estaban dispuestos a demostrárselo, algo que no eran capaces de hacer los catalanes que se veían superados en todas las facetas del juego.

Los locales unían a su intensa defensa, impidiendo que su rival tuviese que emplear casi siempre algún pase más de lo esperado, dominaban bajo los tableros y en ataque también eran capaces de robarles más de una captura.

Cuando las rotaciones empezasen a funcionar parecía que el dominio de los maños se iba a diluir, pero no solo no lo consiguieron los visitantes, sino que en el segundo cuarto vieron como los aragoneses se ponían con una ventaja de hasta catorce puntos (38-24) tras encadenar cuatro triples consecutivos.

Las prisas le pasaron una mínima factura a los locales antes de irse al descanso, ya que no anotaron hasta en cinco acciones de ataque seguidas, pero aún así se fueron al vestuario con once puntos a su favor (42-31).

El paso por el banquillo supuso el revulsivo que necesitaban los catalanes y con un parcial de 0-7 se metieron de nuevo en el encuentro, ante un CAI que estuvo a punto de pagar muy caro los minutos que le costó reactivarse.

A partir de ahí, los maños demostraron que a su máximo nivel son capaces de plantarle cara a cualquiera y que su único problema es el factor económico que le limita para aspirar a una progresión todavía mayor.

Los azulgranas se habían dado cuenta de que si no querían ver quebrada su buena racha en la liga, como les había sucedido el pasado miércoles en Milán ante el EA7 Emporio Armani, y a pesar de intentarlo se encontraron enfrente a un equipo que no estaba dispuesto a dejar escapar su oportunidad.

En los diez minutos finales, Marcelinho Huertas asumió la mayor parte de la responsabilidad y en algunos momentos dio la sensación de que prácticamente en solitario podía ser capaz de poner contra las cuerdas a los aragoneses, con nueve puntos y tres asistencias en ese periodo.

Los de José Luis Abós buscaron y encontraron fuerzas en donde parecía no haberlas e incrementaron su ya de por si intensa defensa para cerrar el ataque del rival y hacerse con el partido.

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