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Torremolinos

Emotivo homenaje al bailaor Antonio Pedraja \'Tano\'

Reconocimiento de la Asociación \'¿Yo? ¡Producto Andaluz!\' y el Liceo Blas Infante Torremolinos

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  • Homenaje a \'Tano\' -

La Asociación ¿Yo? ¡Producto Andaluz! y el Liceo Blas Infante Torremolinos han querido rendir homenaje al bailaor Antonio Pedraja Cortés “Tano”, que durante los años 80 y 90 hizo de su sala flamenca un referente en el mundo del arte y la diversión en Torremolinos y Benalmádena.

 

“Queremos reconocer la trayectoria de “Tano”, que se convirtió en todo un fenómeno en la Costa del Sol, ya que conseguía atraer a su local a miles de turistas llegados de toda España y de todo el mundo para disfrutar de sus espectáculos”, afirmó el presidente de ¿Yo? ¡Producto Andaluz! y del Liceo Blas Infante, Bartolomé Florido.

 

“Tano”, que visitó el Liceo acompañado por Jesús, uno de sus tres hijos, recibió como muestra de reconocimiento una bandera andaluza, un libro de autores andaluces y una botella de aceite de oliva andaluz.

 

Según recordó el bailaor, por su local pasaron todas las grandes estrellas españolas del momento, como Lola Flores, Rocío Jurado, Rocío Dúrcal, Junior, Marifé de Triana, Manolo Santana o Carmen Flores. Primero su bar y, posteriormente, su sala flamenca, eran parada obligada, además de para cualquier turista que visitaba la Costa, para todos los artistas que pasaban unos días de descanso en la zona.

 

“Era impresionante ver cómo la gente llegaba a sentarse en el suelo para ver los espectáculos porque el local se quedaba pequeño”, afirmó “Tano”, que recordaba con cariño cómo Lola Flores le dijo un día al ver cómo el público se ponía en pie al verlo aparecer en el escenario: “Eres un “Lolo Floro”, no sabes ni cantar ni bailar pero eres tú”.

 

Antonio nació en Tetuán y vivió también en Tánger y recuerda que a los cuatro años ya se ponía a bailar con las vecinas. Pero fue cuando su familia se trasladó a vivir a Churriana cuando se adentró en el mundo del flamenco. No en vano, se trata de una saga muy vinculada al arte, llegando a dar estrellas internacionales como el bailaor Joaquín Cortés, sobrino de “Tano”. “Yo nunca fui a ninguna academia; un día me arranqué a bailar por bulerías y después fue la misma gente la que me animó a lanzarme a actuar”, señaló.

 

Antes de eso, trabajó como peluquero, lo que le llevó a conocer y peinar a las artistas del momento, pero lo dejó por sacar adelante su proyecto de poner en marcha una sala flamenca. “No era un tablao, que es más serio, lo mío era un local donde siempre intentábamos sacar a bailar a la gente, que se lo pasaran bien, por eso venían de todas partes para vernos”, indicó, y recordó que fue un amigo quien, para no repetir continuamente “gitano arráncate a bailar” le bautizó como “Tano”.

 

Pepe Rubio, Luisa, Mari Ángeles o Eusebio son solo algunos de los artistas que le acompañaron en el escenario a lo largo de los años, pero recuerda especialmente a La Trini, su pareja de baile.

                

Después de unos años retirado, “Tano” se muestra dispuesto a volver a poner en marcha una sala flamenca, “si me sale un socio con dinero”. Mientras tanto, disfruta de sus tres hijos y de sus tres nietos, uno de los cuales, Manuel, despunta no en el mundo del baile, sino en el del fútbol. “Es un máquina”, concluyó.

 

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